La provincia de Sevilla cuenta con ocho parques del servicio de extinción de incendios –Cantillana, Pilas, Gerena, La Rinconada, Montellano, Fuentes de Andalucía, El Saucejo y Cazalla de la Sierra– donde prestan sus servicios los llamados bomberos voluntarios, una categoría laboral que está en vías de desaparición tras la creación del Consorcio Provincial de Bomberos de la Diputación.
Hace unos años, según rememora Juan –nombre ficticio de un bombero voluntario, que es de los pocos que se atreve a realizar declaraciones, pero que prefiere guardar el anonimato–, éramos en la provincia más de 300, «pero ahora quedamos poco más de 80 que hemos denunciado nuestras condiciones laborales».
Este bombero del parque de Montellano y sus ocho compañeros que se encuentran en sus mismas condiciones –en esta instalación hay un total 21 bomberos voluntarios, 12 de ellos son funcionarios municipales–, denuncian que llevan trabajando muchos años en este parque –el que más 17 años y el que menos ocho– con la promesa del Consistorio de que su situación se iba a regularizar, «pero ahora nos llegan rumores de que nos van a despedir para incorporar a más funcionarios del Ayuntamiento».
A esta situación se une que se les adeuda nueve meses de salario. Censuran que por su trabajo, cuando cobraban, ingresaban 750 euros al mes, «pero ahora nos comunican que nos lo van a rebajar con carácter retroactivo». Esta situación laboral, en su opinión, es incongruente cuando el Consistorio les ha dado la medalla de Montellano por el trabajo que realizaron en el incendio que sufrió la Sierra de San Pablo.
En este sentido, aseguran que cuando hay un incidente en la zona son ellos los que primero acuden, aunque para actuar tiene que haber un bombero de carrera. Remarcan que la zona de Montellano es muy amplía, e incluso prestan servicios en las localidades vecinas de El Coronil y Coripe, «además de realizar intervenciones en la carretera A-375 que une Sevilla con Ronda, y de llevar a cabo labores de apoyo a los parques de bomberos de Utrera y Morón de la Frontera».
Su jefe, el también bombero voluntario, pero funcionario municipal, José Ballesteros, reconoce las malas condiciones laborales de sus compañeros, «a pesar de que son personas perfectamente formadas, que acuden a los mismos cursos que los funcionarios». De hecho, tal y como también señala Juan, uno de los bomberos voluntarios de Montellano imparte cursos de rescate a los «profesionales».
Ballesteros aclara que los bomberos voluntarios lo que demandan es que se convoque un concurso oposición «no queremos acceder por la cara». Asimismo, advierte que formar a un bombero es muy costoso «y los voluntarios estamos perfectamente preparados, no hace falta que se nos forme, algo que es muy costoso», a lo que se une que los parques de bomberos como el de Montellano cuentan con buena dotación de material.
Estos nueve bomberos voluntarios de Montellano pertenecen a la asociación Bomberos de la Provincia de Sevilla Asociados que nació para reclamar sus derechos como bomberos voluntarios. En febrero de 2016 se unieron para denunciar su situación laborar, porque, tal y como señalaron entonces «tenemos carné de bombero, la misma ropa que nuestros compañeros de carrera, hemos ido a los mismos cursos, tenemos nóminas donde especifican nuestra categoría profesional y las mismas funciones».
Según esta asociación, ya han salido cuatro sentencias favorables para los bomberos de Gerena, Pilas, Coria del Río y un bombero de Estepa. Ahora comentan los bomberos de Montellano que esperan que a ellos también se les dé la razón y se les abone lo que se les adeuda.