A muchos visitantes les sorprende la presencia de ciertas inscripciones sobre el suelo de multitud de calles y rincones de la ciudad. Sobre estos símbolos se puede leer: “Sevilla ciudad de ópera”, ya que la finalidad de los mismos es informar de la estrechísima vinculación de la capital de Andalucía con este noble arte que combina música y teatro. ¿Sabía que 153 obras se han inspirado en personajes y en calles de Sevilla?
No deja de ser curioso que la mayoría de libretistas y compositores no hayan pisado suelo sevillano; entonces, ¿cómo es posible que la eligieran como escenario? La culpa la tienen los intelectuales y viajeros románticos que sí conocieron la ciudad, ya que con sus libros y diarios relataban el exotismo que desprendían sus habitantes, y la pasión y la alegría con la que vivían, a pesar de las enormes desigualdades sociales de la época. Así, Sevilla se convirtió en el escenario ideal para ambientar obras de amor, de celos, de pasiones desatadas.
<img src=http://elcorreoweb.es/recursos/documentos/banner-pagina-bilingueB.png style=width:100%><br><b>apie. Experiencias Turísticas Guiadas<br><a rel=follow href=https://experienciasapie.com/ target=_blank>Visitas guiadas por Sevilla</a> / <a rel=follow href=https://experienciasapie.com/en/ target=_blank>Seville walking tours</a></b>
Una de las obras que se desarrollan en la ciudad es “Carmen”, la inmortal ópera de Georges Bizet. Se basó en la novela escrita por Prosper Mérimée, el cual a su vez se inspiró en la Sevilla de comienzos del siglo XIX, en especial en el ambiente que se respiraba alrededor de uno de sus edificios más emblemáticos, la Antigua Fábrica de Tabacos. Por aquellos momentos todavía funcionaba como tal, siendo un lugar donde trabajaban miles de mujeres. Muchas de ellas gitanas, como era su personaje principal, Carmen, una sensual mujer que volvía loco con sus hechizos amorosos a todos los hombres que osaban cortejarla. Uno de ellos era Don José, un inexperto soldado que se enamora perdidamente de Carmen desde que la ve por primera vez.
Fue una obra revolucionaria, ya que representaba a una mujer que podía tener todos los amantes que quisiera, además de poder ganar su propio dinero y no depender exclusivamente del marido. Uno de sus amantes era el torero Escamillo, lo que provoca en José un ataque de celos que le lleva a matar a Carmen en las inmediaciones de otro edificio singular de Sevilla, la Plaza de Toros de la Maestranza, donde se desarrolla la famosa aria del “Toreador”.
Por otro lado, un personaje operístico fuertemente vinculado a Sevilla es Fígaro, el cual interviene en las óperas “El Barbero de Sevilla” y en “Las bodas de Fígaro”. Ambas han sido ambientadas en la ciudad, e inspiradas en un típico pícaro sevillano de la época, listo como pocos y que conseguía sus objetivos con toda clase de argucias y engaños. En ambas óperas no se nombra ningún lugar concreto de Sevilla, lo cual no ha sido impedimento para que el rumor popular, refrendado por una inscripción colocada hace pocos meses, identifique el espectacular balcón del edificio de la Plaza de Alfaro que hace esquina con los Jardines de Murillo como el balcón de Rosina, otro de los personajes de estas óperas.
Otros lugares que se nombran en otras óperas sevillanas es, por ejemplo, el Puente de Triana. Esta emblemática conexión entre Triana y Sevilla aparece en la ópera “La Fuerza del Destino”, de Verdi, el cual se basó en la obra de teatro del Duque de Rivas “Don Álvaro o la fuerza del sino”. Por cierto, el genial compositor Giuseppe Verdi sí que visitó la ciudad, hospedándose en el Hotel Inglaterra, el cual permanece todavía en una de las esquinas de la Plaza Nueva. Otro lugar operístico es el antiguo Castillo de San Jorge, el cual es nombrado en “Fidelio”, la ópera del genial compositor Ludwig Van Beethoven. Este castillo fue usado por la macabra institución de la Inquisición Española, pudiéndose de hecho visitar sus restos en el subsuelo del colorido mercado de abastos de Triana, el edificio que hoy en día ocupa su lugar.
Y no me puedo dejar atrás la genial ópera “Don Giovanni”, cuya música fue compuesta por Mozart. Este cómico personaje está inspirado en una de las obras emblemáticas del teatro español, don Juan. Al igual que en las numerosas versiones de la obra literaria, don Giovanni es un aristócrata ególatra que seduce a cientos de mujeres. En una de las áreas, “Madamina il catalogo è questo”, canta Leporello, el criado del noble, relata la infinidad de damas que han sido seducidas por el galán, las cuales solo en España alcanzan la cifra de 1.003.
Hay más óperas, como “María de Padilla” o “Pedro I” de Hilarión Eslava, inspiradas en estos célebres personajes reales. En definitiva, pienso que se debería promocionar con más fuerza esta mágica vinculación de Sevilla con la ópera, demostrando que esta ciudad es mucho más que solo flamenco y que merece más que unas placas repartidas por el suelo.