JJ.OO. | Esgrima

La mala suerte y el drama de Lucía Martín-Portugués

La número 4 del mundo quedó encuadrada con la exlíder mundial Anna Marton y cayó en la primera ronda

Lucía Martín-Portugués estaba desolada

Lucía Martín-Portugués estaba desolada / EFE

David Rubio

David Rubio

Nacida el 22 de octubre de 1990 en la localidad madrileña de Villanueva de la Cañada, Lucia Martín-Portugués era la principal esperanza de la esgrima española que llevaba 16 años sin una sola victoria en los Juegos Olímpicos, desde que el emblemático José Luis Abajo se colgó el bronce en espada en los Juegos de Pekín 2008.

Ahora 'Pirri' es el presidente de la Real Federación Española de Esgrima (desde 2021) y ha asistido en primera persona al debut de la española en sable en el majestuoso Grand Palais en una cita en la que también han estado presentes la princesa Leonor y la infanta Sofía.

Martín-Portugués empezó a perder el combate el día del sorteo. Como número 4 del ranking mundial, en principio la primera ronda debería ser asequible, pero el bombo deparó un duelo envenenado con la húngara Anna Marton, ahora lejos de las primeras posiciones por problemas físicos. De todas formas, se trata de la exnúmero 1 mundial.

"Siempre me cuesta mucho contra ella. Es muy grande y me cuesta. Es mala suerte. Desde que me tocó... y el árbitro, tampoco me entiendo bien con él, pero no ha sido culpa suya ni mucho menos", explicaba envuelta en un mar de lágrimas en la zona mixta tras caer derrotada.

La madrileña llegó a situarse 4-5 por delante, pero ahí se le nubló el plan y recibió cinco tocados seguidos que situaron el marcador en un casi irrecuperable 10-5. Al final, 15-8 y eliminada.

Martín-Portugués, en el combate ante la magiar Marton

Martín-Portugués, en el combate ante la magiar Marton / EFE

El drama empieza ahora. Fuera de las 16 primeras posiciones, Lucía Martín-Portugués se queda sin beca y tendría que preparar por su cuesta la próxima gran cita, los Mundiales de Tiflis (Georgia) en 2025. De todas formas, el tema de la beca habría que abordarlo.

"Me retiro. Esto ha sido mi final. Es que estoy cansada, muy cansada. Es siempre lo mismo. ¿Y ahora qué hago yo? Ha sido mi final como tiradora", explicaba a la prensa española mientras la grada rugía con los franceses. Se trata de uno de los deportes nacionales, nada que ver con España.

La mejor prueba de su mala suerte es que Marton también ha pasado por encima de su compatriota Pusztai (15-7) y en primera ronda tampoco tuvo problemas contra la venezolana Katherine Paredes.

Martín-Portugués se irá secando esas lágrimas de rabia y de tristeza a medida que pasen las horas. En España es una semidesconocida, pero hablamos de la vigente medallista de bronce europea. Una de las figuras de esos deportes de los que tan solo se habla de cuatro en cuatro años- Ella tiene 32 años. En Los Ángeles tendría 36. De todas formas, ahora necesita apoyo y merece la admiración de la afición española. El deporte es cruel.

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