Opinión | Tribuna

El camino hacia una Universidad de Sevilla excelente

"La frase 'El 21 de enero no acaba mi mandato' describe la falta de ética, rigor y calidad de la gobernanza por parte del rector de la Universidad de Sevilla y de su equipo"

Fachada del Rectorado de la Universidad de Sevilla.

Fachada del Rectorado de la Universidad de Sevilla. / Universidad de Sevilla

Hoy se cumplen casi nueve meses desde que comunique públicamente mi intención y propósito de presentarme a rector de la Universidad de Sevilla (US). Desde el primer día me he estado reuniendo con los cargos unipersonales de la US y sectores sociales y políticos de Sevilla y de Andalucía. En junio comencé un ciclo de reuniones con los/las secretarios/as y directores/as de los departamentos de la US. La columna vertebral de nuestra universidad que está compuesta por los 134 departamentos, hasta ahora ignorados -en gran medida- por el equipo rectoral que gobierna la US.

Con la frase “El 21 de enero no acaba mi mandato” del rector Miguel Ángel Castro, el rector me da la razón porque es lo que he explicado desde junio en las reuniones mantenidas a la pregunta de ¿cuándo serán las elecciones a rector? A todos y todas les dije, con seguridad, que Castro prorrogaría su mandato de manera irregular porque había pergeñado, fraguado, maquinado, urdido una estrategia de procrastinación en el desarrollo del nuevo estatuto al iniciarlo 430 días después de aprobarse la LOSU (22 de marzo de 2023) para alargar su mandato de manera vergonzante.

 Tras más de 20 años de unos estatutos caducos y obsoletos, el rector y su equipo han planeado una reforma a toda prisa, “con agosticidad y alevosía” sin entrar en profundidad en los temas, sin un debate sosegado, extenso y reformador que mejore la US. El próximo rector tendrá que reabrir el Estatuto para reescribirlo por el bien común e interés general de la US.

Falta de ética y rigor

La frase “El 21 de enero no acaba mi mandato” describe la falta de ética, rigor y calidad de la gobernanza por parte del rector de la Universidad de Sevilla y de su equipo rectoral que acepta sin dimisiones el mal y partidista uso de las reglas fundamentales en este proceso. El cambio de personas y mentalidad en la dirección de la US es muy necesario, hasta pulcro y saludable.

La gestión de 625 millones de euros es nefasta -según nos ha ido contando con casos concretos responsables de departamentos y otros miembros relevantes de la US con los que me he reunido- y es debido a que los que la gobiernan actualmente se han ocupado preferentemente de lo suyo, de conseguir mantener su statuto quo y no han trabajado duro para mejorar, innovar y hacer crecer la US como universidad emblemática en España y Europa por su historia y reputación. No han estado a la altura de su función pública, no han estado al servicio de la comunidad universitaria.

Por sufragio universal

El derecho a elegir al rector por sufragio universal ponderado no estaba en el pensamiento del actual rector, Miguel Ángel Castro, ni de su equipo en marzo de este año. La estirpe de poder que nació con Miguel Florencio en 2004 quería mantener la elección del rector vía claustro que no representa al 100% de la US. Conseguir el sufragio general ha sido un logro debido al empuje externo que inicié en abril, tras anunciar mi candidatura a rector “solamente si había sufragio”, y que han continuado eficazmente el resto de los sectores de la Universidad de Sevilla que han forzado el cambio apoyándonos en la LOSU.

 En estos casi nueve meses he desarrollado un proceso comunicativo muy activo y enriquecedor, con amplios sectores de la comunidad universitaria y con los actores sociales y políticos de Sevilla. Hemos hablado fundamentalmente de:

  • El enfoque de una nueva gestión eficaz con resultados a corto plazo
  • Priorizar la formación y el bienestar del estudiante aumentando las ayudas socioeconómicas e implantando un plan para reducir el abandono de los estudios
  • Mejorar la US para el alumnado, profesorado y PTGAS
  • La eliminación de la precariedad laboral
  • Inteligencia artificial aplicada a la gestión y al desarrollo de nuestra US
  • La descentralización
  • Generar una US más activa, vanguardista, más internacional, con liderazgo, con mayor relevancia académica/científica y mayor alcance en la vida social de Sevilla, Andalucía, España y en el mundo
  • Mejorar la financiación pública y privada
  • Generar una alta incentivación a la actividad investigadora y docente
  • Priorizar la formación y el bienestar del estudiante aumentando las ayudas socioeconómicas e implantando un plan para reducir el abandono de los estudios
  • Ser ejemplos de sostenibilidad
  • Integrar eficazmente a la US en el ecosistema emprendedor/empresarial de Sevilla y Andalucía
  • La burocracia y simplificación de la estructura de gestión, manteniendo la plantilla y desarrollando una US más eficaz,
  • Tener un ambicioso plan de internacionalización real.

Y hemos trabajado duro en una extensa labor en cuanto a las alegaciones y enmiendas a los Estatutos y la solicitud de una reforma urgente para cumplir los plazos del mandato hasta el 21 de enero (no había voluntad de hacerlo para perpetuarse en el poder por unos meses).

Dicen que la felicidad está en el trabajo bien hecho y en el camino, aún me queda camino por recorrer para conseguir el objetivo: ser rector de la Universidad de Sevilla que busque la excelencia.

Manuel Jesús Marchena Gómez, candidato a rector de la Universidad de Sevilla y catedrático de Análisis de Geográfico Regional

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