Opinión

María Graciani

Madruging, el arte de ganar tiempo

Madruging, el arte de ganar tiempo

Madruging, el arte de ganar tiempo / María Graciani

Decía Benjamin Franklin que «acostarse temprano y levantarse temprano hace al hombre sano, rico y sabio» y no le faltaba razón a uno de los más célebres «Padres fundadores» de Los Estados Unidos porque madrugar resulta altamente productivo, tanto física, mental como económicamente. Al levantarnos más temprano, le ganamos tiempo al tiempo, conseguimos momentos propios, esos que nos pertenecen sólo a nosotros, nos hacemos legítimos dueños de nuestra propia «parcela del día» que podemos utilizar para hacer deporte, meditar, adelantar trabajo, pasear a nuestra mascota, alimentar nuestra creatividad...

Los beneficios de madrugar ya los conocía el Señor Franklin en el SXVIII y ahora, en nuestro SXXI, los redescubrimos a través de la disciplina del «Madruging». Esta palabra describe a la «práctica» del madrugar, realizada por todos aquellos adeptos a levantarse a las 5 de la mañana y aprovechar esas 4 horas que hay hasta las 9:00h, fundamentalmente para adelantar trabajo. Sí, lo sé, a priori no suena muy atractivo, cuando se lo dices a tu mente casi que te contesta que a esa hora están acostados hasta los vampiros pero si vences la reticencia inicial, habrás dado con una práctica que te hará sentirte dueño de tu destino...

¿Has escuchado alguna vez aquello de «el tiempo es oro«? pues imagínate ser el primero en disfrutarlo... ¡Te convertirías en un ser humano de categoría diamante, por lo menos! Ese bien escaso que constituye todo el abanico de horas, minutos y segundos que quedan atrapados entre las agujas del reloj, parecen multiplicarse y alimentar nuestras vidas (amén de nuestras oportunidades) cuando nos levantamos temprano y descubrimos nuevas verdades...

Amigos de Kronos y Kairós

Cuando practicamos «madruging» nos convertimos en amigos íntimos tanto de Kronos como de Kairós. Los griegos diferenciaban entre el tiempo secuencial, el cronológico, aquel que puede medirse con un reloj (Kronos) y el tiempo metafórico, el cualitativo, el que define las oportunidades (Kairós) y cuando somos fieles adeptos al madrugar, conseguimos dar la mano a ambos hermanos «K», pues tanto Kronos como Kairós simpatizan con nosotros cuando demostramos que sabemos ganarle tiempo al tiempo... Las recompensas del madrugador no son pocas: te llenas de energía; se te despierta más la mente y la alegría; en el «tablero de la oportunidad», saltas de oca en oca y ¡eres el primero en jugar!; consigues ver la vida con «nuevos prismáticos» y descubres hasta ángulos mágicos...

Ya lo sabes, si quieres estar contento, no lo dudes: ¡disfruta ganándole tiempo al tiempo!