El Ayuntamiento de Cantillana será el padrino de la coronación canónica de la Virgen de la Soledad

El Ayuntamiento de Cantillana apadrinará la coronación canónica de Nuestra Señora de la Soledad, Patrona de la localidad. La corporación municipal, que ha aceptado por unanimidad la propuesta de padrinazgo formulada por la hermandad como representante de la localidad y todos sus vecinos, asumirá el papel simbólico y representativo habitual en este tipo de actos de reconocimiento a las imágenes marianas.

La hermandad de la Soledad ha tildado de “histórico” el pleno celebrado en la tarde del pasado 26 de enero, en el que se aprobó de forma unánime “la aceptación del padrinazgo de la coronación canónica de la Santísima Virgen de la Soledad por parte del Excelentísimo Ayuntamiento de Cantillana”.

Identificación entre la Virgen de la Soledad y el pueblo de Cantillana

El hecho de que el Ayuntamiento sea el padrino de la coronación canónica de la Patrona – que se celebrará el 25 de mayo de 2024 – “es todo un símbolo e incide nuevamente en la identificación entre la Virgen de la Soledad y el pueblo de Cantillana”, siendo la devoción que aglutina a toda la población.

Ya en el mes de octubre, el consistorio – como representante de todos los cantillaneros – fue nombrado custodio honorario del camarín de la Virgen, un conjunto definido como el último de los camarines barrocos de Andalucía y recuperado en todo su esplendor recientemente. Precisamente en el transcurso de la función en la que fue entronizada en él la Patrona y hecho efectivo el nombramiento de custodio al consistorio se anunció la coronación canónica de la dolorosa.

Vínculo “histórico y fructífero”

Según ha expresado la hermandad, con la aceptación del padrinazgo el Ayuntamiento “vuelve a demostrar su fidelidad al vínculo, histórico y fructífero, que lo mantiene unido a la Cofradía Servita de Nuestra Señora de la Soledad”. Una historia común en la que el consistorio “ha favorecido con distinciones y concesiones de diversa índole” a la cofradía, “todos ellas justificadas por la profunda devoción del pueblo de Cantillana hacia su Madre y Protectora, y por la fuerte representatividad colectiva e identitaria que implica la misma”.

Entre los hitos en común de ambas corporaciones, en el año 1919 el Ayuntamiento se une al párroco de la época y al mayordomo de la hermandad para elevar a la Sagrada Congregación de los Ritos la petición de nombramiento de la Virgen de la Soledad como Patrona de Cantillana, respondiendo la Santa Sede de forma afirmativa en 1920.

El 24 de noviembre de 1995 el pleno municipal concedió a la Santísima Virgen la medalla de oro de la villa, distinción que le fue impuesta el día 1 de mayo de 1996 en el transcurso de una procesión extraordinaria al efecto. Del mismo modo, el 17 de diciembre de 2005 la Patrona fue nombrada alcaldesa mayor y perpetua, imponiéndosele el bastón de mando en la función celebrada en su santuario.

En 2019, al cumplirse el primer centenario del nombramiento de Nuestra Señora de la Soledad como Patrona, la hermandad inició el proceso para darle carácter canónico al patronazgo, siendo ratificado por la Santa Sede en junio de dicho año. En la procesión extraordinaria que culminó los actos conmemorativos al efecto celebrados en el mes de octubre, la Virgen hizo estación ante el edificio del consistorio, donde el Ayuntamiento consagró la localidad a la Virgen, reiterando el papel de protectora de Cantillana.

Todos los cantillaneros serán “parte esencial y protagonista” de la coronación canónica

El 25 de mayo de 2024, en la coronación canónica, se volverá a escribir otro capítulo de esta historia en común ejerciendo como padrino de “un acontecimiento de primera magnitud del que deben sentirse parte esencial y protagonista todos los cantillaneros” representados por el Ayuntamiento.

La Virgen de la Soledad es una de las tallas más antiguas de la provincia, cuya hechura fue contratada en 1583 con el artista Juan de Santamaría – constando en el contrato “la realización de las imágenes de un Cristo del descendimiento, un Cristo resucitado, un San Juan, una cruz, cuatro Ángeles pasionarios y una Virgen de vestir con su manto de bayeta negra”. La dolorosa responde a las características estéticas y estilísticas de la escultura de la época, siendo una imagen frontal, hierática, de porte sobrio y solemne y un dolor interiorizado y comedido, lejos de las expresiones dramáticas que traería el barroco a la imaginería.

Desde tiempos inmemoriales ha sido tomada como Patrona y protectora de la localidad. Su amplia y profunda devoción se verá materializada en la coronación canónica, en la que el arzobispo de Sevilla depositará sobre las sienes de la dolorosa la corona icónica de la imagen – fechada en el siglo XIX – enriquecida con oro aportado por los devotos y para lo que ya se han abierto las donaciones, como una forma simbólica de unir a las generaciones pasadas y presentes en este reconocimiento a la Virgen.