La batalla contra la adicción a los móviles en los niños llega al Congreso de los Diputados

La batalla contra la adicción a los móviles en niños ha llegado al Congreso de los Diputados. Ángela Sánchez-Pérez,la profesora que encendió el debate al entregar 80.000 firmas para su prohibición en menores, regresó a la Cámara Baja para reunirse con representantes de PSOE, PP, Vox, Junts y EH Bildu.

«Hemos despertado un debate social», declaró Sánchez-Pérez a los medios. «Me sentaré con ellos como iguales y les mostraré la realidad de las aulas».

El impacto en el aprendizaje

La docente denunció las graves consecuencias del uso de móviles en el ámbito educativo, destacando un «déficit severo de atención» en los niños. «No pueden concentrarse, la comprensión lectora se ve afectada y esto se extiende a otras áreas como las matemáticas», alertó.

Ciberacoso y consecuencias devastadoras

Sánchez-Pérez también abordó el problema del ciberacoso, que se prolonga fuera del colegio a través de los móviles. «Este acoso escolar continúa en casa, lo que genera depresiones, apatías, enfermedades mentales e incluso el suicidio», advirtió.

Voz de miles de personas

La profesora, impulsora de una campaña con más de 70.000 firmas, representará a 678 profesionales de la educación y a los firmantes en las reuniones con los políticos. Su objetivo es que se tomen medidas para proteger a la infancia y la adolescencia.

Natalia Jiménez, madre y docente

«Soy madre de dos hijos y el mayor ya tiene compañeros con móvil», relata Natalia Jiménez, impulsora de otra campaña que pide la prohibición del móvil a menores de 16 años. Como profesora de Secundaria, observa la «adicción» en los adolescentes y sus efectos en la concentración, la salud mental y física.

Llamada a la acción

Las voces de Sánchez-Pérez y Jiménez se suman a una creciente preocupación por el impacto de los móviles en las nuevas generaciones. El Congreso tiene ahora la oportunidad de convertir el debate en medidas concretas para proteger el desarrollo sano y feliz de la infancia.

La batalla por una infancia libre de pantallas continúa.