Aznalcóllar celebra los 125 años de la actual Cruz de Arriba

Tallada en 1897 por Hipólito Rossi, este aniversario que conmemora desde mañana sábado con unas fiestas que, sin ser las mayores, tienen carácter extraordinario

La Santa Cruz de Arriba ante la parroquia de Aznalcóllar (Foto: Hermandad de la Cruz de Arriba). / Francisco J. Domínguez

Francisco J. Domínguez

Las fiestas grandes de la Cruz de Arriba son esperadas en Aznalcóllar con especial interés, ya que no tienen fecha fija ni periódica de celebración. Pero con más ilusión se vienen preparando las que darán comienzo este sábado, que sin ser las mayores sí supondrán un hito en la hermandad y en el pueblo. La corporación conmemorará el 125 aniversario de la talla de la Cruz de Arriba con un amplio programa de festejos en el que no faltarán el alumbrado ni el exorno callejero extraordinario, las procesiones, la música y los cohetes ‘de silbido’.

Los arcos que, a modo de portadas, convierten la calle Sevilla – la que une la capilla de Arriba con la parroquia – en una catedral efímera ya han sido alzados, y el pueblo se engalana para volver a recibir en la calle a la centenaria Cruz. Fue en 2018 cuando se propuso para este año la realización de las fiestas grandes, aprovechando el aniversario de la titular. Si bien la irrupción de la pandemia no ha dado margen para su preparación, esto no ha impedido la organización de estos actos extraordinarios para conmemorar tanto el aniversario de la talla de la Cruz como el cincuentenario de la coronación de la primera Reina Mayor de las fiestas.

Homenaje a las Reinas, Mayordomos y Cortes de honor de los últimos 50 años

Es por ello que no se llevarán a cabo muchas de las partes que componen – no saldrá la Virgen del Rosario, no se celebrará el Romerito ni la Romería – tanto para distinguirlas de las mayores como para darles el carácter de fiestas extraordinarias. Aunque sí estarán acompañadas de las habituales actuaciones y espectáculos en el quiosco de música instalado en la plaza de la Cruz de Arriba y toros de fuego.

De este modo, mañana sábado, tras la entrada a las 21.00 horas de la banda de Nuestra Señora del Carmen de Salteras, serán recibidos en la plaza de la Cruz de Arriba las Reinas Mayores, Infantes y Mayordomos desde 1972 hasta las últimas fiestas – celebradas en 2018 –, con sus cortes de honor, y que compondrán el acompañamiento de la Cruz hasta la parroquia como guiño al referido 50 aniversario. El traslado de la Cruz, que dará comienzo a las 22.30 horas, recreará la estética de aquella primera procesión, con acompañamiento de banda de música como lo hacía antaño.

El 31 de julio la Santa Cruz recorrerá todo el pueblo en procesión

Ante la Cruz y ya en la parroquia de Nuestra Señora de Consolación, del 26 al 30 de julio se consagrará un quinario en su honor con motivo del 125 aniversario. El día 29 de julio, cuarto aniversario de la coronación litúrgica de la Virgen del Rosario – hecho que tuvo lugar en las últimas fiestas mayores de 2018 – tras la misa saldrá desde la parroquia y hasta la capilla el Santo Rosario cantado, con participación nuevamente por todas las cortes de honor desde 1972. A su finalización, se procederá a realizar una ofrenda floral a la Virgen.

El último día de quinario se celebrará también el Acto de Exaltación en honor de la Santa Cruz de Arriba con motivo del 50 aniversario del pregón de las fiestas grandes, y en el que participarán antiguos pregoneros.

El último domingo de julio, día grande de las fiestas mayores, se celebrará la función principal de instituto a las 12.00 horas. A las 21.00 horas saldrá en procesión la Santa Cruz para recorrer todo el pueblo, esta vez con la agrupación musical local Nuestra Señora de Fuente Clara, concluyendo con la llegada a la capilla con salvas de cohetes, tanto ‘de trueno’ y como ‘de silbido’.

Para esta ocasión se estrena la restauración de los cuatro ángeles que escoltan la cruz, obra de Castillo Lastrucci y que han vuelto a su estado original, así como un sudario pintado al óleo sobre moaré, realizado por el artista sevillano Ricardo Gil – autor también del cartel del 125 aniversario – y que replica aquel con el que se estrenó la actual Cruz, obra de José García Ramos de principios del XX y que se conserva en la corporación como una reliquia.

Representación gloriosa de la cruz

En 1897 la hermandad encargó a Hipólito Rossi – afamado tallista sevillano autor, entre otros trabajos, de los retablos de la capilla del Gran Poder en la parroquia de San Lorenzo – la hechura de una nueva cruz, cuarto y definitivo de los simulacros a los que ha rendido culto la corporación. Se trata de una “representación gloriosa del madero donde nuestro Señor Jesucristo fue crucificado”, según se explica desde la corporación, en madera tallada y dorada que exhibe en la unión de los dos brazos y en la parte delantera el cáliz, al que se acercan a beber dos pájaros, y el Corazón de Jesús y la corona de espinas en la parte trasera. Un sudario bordado pendiente de sus brazos, un rosal florecido que nace de su base y cuatro ángeles completan la iconografía.

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Hasta 1919 las fiestas eran anuales, si bien en esa fecha se decidió dejar de celebrarlas cada año para ahorrar e invertir en patrimonio y mejoras a fin de que las siguientes fiestas superasen a las anteriores. La fórmula cuajó, pasado así a tomar un cariz extraordinario y, aunque se fija un periodo máximo de cuatro o cinco años entre dos celebraciones, la junta de gobierno puede reducir o ampliar el tiempo entre unas y otras según las circunstancias lo requieran. Las últimas fueron celebradas en 2018, coincidiendo con el 75 aniversario de la incorporación de la Virgen del Rosario a la corporación.

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