Bella González Oria, «la campóloga» inspiración del 8M

La joven natural de Lepe, y la figura de su abuela, inspiran el manifiesto que hoy ha publicado la Federación Ateneos de Andalucía para glosar el trabajo y la vida de la mujer rural como parte indispensable de la vida

Bella González Oria, «la campóloga» inspiración del 8M

Bella González Oria, «la campóloga» inspiración del 8M / Fermín Cabanillas

Fermín Cabanillas

“Bellita, a la tierra hay que devolverle lo que se le quita, enseñaba Bella Acosta a su nieta, mientras la invitaba a un abrazo y una conversación para la que, con natural elegancia, siempre estaba dispuesta”. Con estas palabras se inicia el manifiesto del 8M que ha publicado hoy la Federación Ateneos de Andalucía, y que tiene como inspiración a una mujer con una profesión para enmarcar: campóloga.

La protagonista es Bella González Oria, una vecina de Lepe que ha decidido que el campo tiene que ser su forma de vida a todos los efectos, y ha creado en su pueblo la 'Ciudad del Campo', iniciativa de un campo 2.0 que aúna tradición y futuro.

El manifiesta se inspira tanto en ella como en su abuela. Lo ha escrito la presidenta del Ateneo de Mairena del Aljarafe, Magdalena Romero, y recuerda que el 8 de marzo de 2022, “la ONU quiso reconocer el papel de la mujer en relación con el cambio climático y bajo el lema ‘Igualdad de género hoy para un mañana sostenible’ reclamó una acción por el clima liderado por las mujeres».

“Los ateneos de Andalucía, sensibilizados con el proceso de cambio climático en el que estamos inmersos y ante la necesidad de impulsar el crecimiento económico, sin degradar los recursos y respetando el medio ambiente, quiere destacar la importancia de la igualdad de género en la sostenibilidad de nuestro planeta”, añade.

Honrar a sus antepasados

Bella González, “campóloga” (como ella se denomina), natural de Lepe, ha dedicado su vida “a la agricultura y a honrar y homenajear la labor de sus antepasados campesinos, y ha heredado su abuela el mismo nombre, la ilusión y la alegría por vivir de y para la tierra y, por supuesto, la frase que encabeza este manifiesto y que muestra una conciencia presente en las mujeres del entorno rural desde siempre”.

“Sin ponerles los nombres de sostenibilidad, ecologismo o consumo responsable a sus acciones: ‘¿Para qué tanta ropa si solo tenemos un cuerpo?,’ solía decir su abuela, mientras que hay una referencia para María Sánchez en ‘Tierra de mujeres’, una novela en la que nos ofrece una mirada íntima y personal al mundo rural, y dice: “Las mujeres del mundo rural son doblemente discriminadas. Doblemente olvidadas. Primero por su género, pero también por el lugar en el que residen y trabajan”.

Sostiene el manifiesto que existen datos suficientes para asegurar que, “a nivel mundial, las mujeres sufren las consecuencias del impacto climático, al aumentar las desigualdades de género y poner en peligro sus modos de vida, y sus propias vidas”.

“En los entornos más duros , cotidianos o no, donde las condiciones a las que se enfrentan son extremas, bien por el espacio geográfico que ocupan, por las actividades económicas que realizan, por estar sometidas a la presión de salvaguardar a sus familias de los desastres de la guerra o los regímenes hostiles, asumen un papel de responsabilidad excesiva al tener que asegurar alimentos, agua o combustible para sus familias. Motivo más que suficiente para que esa “mitad de género humano” de la que hablaba Clara Campoamor, pueda y deba liderar un movimiento que nos conduzca a un planeta más sano y justo, desde una perspectiva social ambiental, económica, política y de género”.

La sabiduría de la abuela Bella

Una última reflexión es para “la sabiduría de Bella Acosta, como la de tantas mujeres rurales, con la que podría editarse hoy en día como un manual de salud y bienestar del siglo XXI. Bella tenía un brillo en la mirada que servía de faro para dirigir a todo su entorno hacia los buenos propósitos. Una mujer valiente, solidaria, ecologista y empática, agradecida, con una abrumadora cultura en sangre”.

Con el lema ‘busca al tío Maña’ ejemplificaba la capacidad de supervivencia, autosuficiencia e independencia. “Una mujer real a la que la cruda realidad del mundo rural, en el que vivió y trabajó, no le quitó la ilusión por la vida presente y la bondad en su mirada. Y era naturalmente así”, concluye.

Los ateneos de Andalucía

El proceso de creación de la Federación Ateneos de Andalucía comenzó en el encuentro organizado por el Ateneo de Córdoba en el invierno de 2006, a los que siguieron los de Almodóvar del Río, Chiclana de la Frontera, Algeciras y Sanlúcar de Barrameda, cerrándose el 15 de diciembre de 2007 en el Ateneo de Málaga con motivo de su 40 Aniversario, y presentándose a la sociedad andaluza en 2008 durante el Congreso Iberoamericano celebrado en el Ateneo de Cádiz para conmemorar sus 150 años de existencia.

En su web se definen como “una aleación de cultura y libertad. Creemos como dogma de fe en lo que decía Unamuno: ‘sólo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe. Sólo la cultura da libertad. No proclaméis libertad de volar, sino dad alas; no la de pensar, sino dad pensamiento. La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura’.