El arzobispo de Sevilla recibe al obispo nicaragüense desterrado al Vaticano

El arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, ha recibido este jueves por la noche al obispo nicaragüense Rolando Álvarez, quien había sido condenado a 26 años de cárcel y despojado de su nacionalidad por "traidor a la patria", para posteriormente ser desterrado al Vaticano tras un acuerdo entre el Gobierno de Nicaragua y la Santa Sede. Es la primera vez que reaparece tras abandonar su país e instalarse en la Santa Sede.

"Visita de Monseñor Rolando Álvarez Lagos, obispo de Matagalpa y Administrador Apostólico de Estelí (Nicaragua). Visita de cortesía y de descanso. Palacio Arzobispal, Seminario, Catedral, Casa Sacerdotal", ha publicado el arzobispo en su cuenta de la red social X.

Estas son las primeras imágenes que trascienden del obispo nicaragüense desde que en enero llegó a su país, pues en los cinco meses que lleva en Europa no había participado en ningún acto público. Este hecho se produjo después de que el Papa Francisco pidiera en el primer Ángelus del año por el país centroamericano.

Más de 500 días en la cárcel

El tuit del Arzobispo de Sevilla se ha llenado de mensajes de apoyo de católicos nicaragüenses, que mostraban su alegría después de meses sin poder ver a su sacerdote. Los feligreses han mandado recuerdos a su obispo y le han agradecido lo que hizo por su país.

Álvarez fue condenado a 26 años de prisión en febrero de 2023 por la supuesta comisión de delitos de conspiración, propagación de noticias falsas, obstrucción de funciones y desacato a la autoridad, y llegó a pasar más de 500 días encarcelado.

El obispo nicaragüense es miembro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) y en el país es reconocido por su labor en defensa de los Derechos Humanos frente a la represión del Gobierno sandinista. De hecho, en 2022 se convirtió en el primer obispo de la Iglesia católica en ser arrestado desde que Ortega llegó al poder en 2007.

Persecución a la Iglesia de Nicaragua

En octubre de 2023 llegaron a Roma otros 12 sacerdotes nicaragüenses que habían sido liberados de prisión por el acuerdo del país latinoamericano con la Santa Sede. Sin embargo, entre ellos no estaba Álvarez, que se había negado en repetidas ocasiones a abandonar el país, pese a la insistencia del Vaticano. Finalmente, en enero el obispo aceptó y voló a Italia junto al también obispo Isidoro Mora, 15 sacerdotes y dos seminaristas

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha criticado en numerosas ocasiones a la Iglesia Católica, a la que ha calificado de "dictadura perfecta" y de "usar" a sus obispos para "dar un golpe de Estado" en el país centroamericano, asegurando que algunos sacerdotes, "demonios con sotana", hicieron llamamientos al derramamiento de sangre durante la ola de protestas contra el Gobierno en 2018, que se saldó con la muerte de más de 300 personas.

Tanto Human Rights Watch (HRW) como la Organización de Estados Americanos (OEA) han rechazado la persecución del Estado nicaragüense contra la Iglesia Católica. HRW aseguró en 2022 que "el gobierno clausuró más de 2.000 organizaciones no gubernamentales e intensificó la violencia contra miembros de la Iglesia Católica".