Ana Garrido, primera presidente de un Rotary Club Sevillano

La irrupción del liderazgo femenino en espacios que parecían del hombre alcanza al Rotarismo hispalense. Tres clubs de seis tendrán presidentas el curso 2022/23.

Juan-Carlos Arias jcdetective /
16 jun 2022 / 11:51 h - Actualizado: 16 jun 2022 / 11:55 h.
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  • Ana Garrido, primera presidente de un Rotary Club Sevillano

Sobre los Rotary Clubs existen demasiados tópicos y malentendidos. Hay quien piensa que son una variante de la masonería y quienes apuntan a las peores maldades conspirativas. Craso error, la transparencia operativa y carencia de patrimonio en Clubs donde política y religión se alejan de los debates lo desmienten.

El Rotary se fundó en Chicago (USA) en 1905 por el abogado Paul Harris. Su idea fue rotar (de ahí su nombre) las sesiones de sus miembros, la ayuda mutua y compartir, profesionales, docentes, sanitarios programas solidarios y comunitarios. Su filosofía es telegráfica: dar de sí, antes de pensar en sí. El alma de Harris pulula en los retos anuales que desafían a los clubs, donde cada año cambian la directiva en prueba de su esencia democrática.

Rotary International hoy es una organización implantada en más de 200 países en 35.000 clubs que integran casi 2.000.000 de miembros. The Rotary Foundation, su filial solidaria, es la mayor ONG mundial tras la Cruz Roja e invirtió casi 4.000 millones de euros originarios de donativos privados. Sus programas intercambian profesionales entre países, beca a miles de universitarios, previene patologías y conflictos, acude a catástrofes y forma pro paz mundial amén de alfabetizar o erradicar la Polio apostando por el desarrollo comunitario.

El rotarismo llegó a España hace más de 100 años. En 1920 se implantó el primer Club de la Europa continental en Madrid. En junio de 1927 se fundó el primer Club hispalense. A los pocos años, desde 1930, sesionaba en el Hotel Alfonso XIII. Entonces, el Distrito 60 aglutinaba clubes peninsulares, canarios, de Baleares y del Protectorado marroquí. El notario sevillano José Gastalver Gimeno llegó a ser Gobernador distrital. En agosto de 1936 el General Franco suspendió la actividad solidaria de los rotarios porque la entendía subversiva aunque su hermano Nicolás era rotario Rotarismo hispalense

Tras la obligada pausa y persecución que generó la guerra fratricida (1936-39) al Rotary, el Club sevillano se refundó en 1979. La Constitución del año anterior y las primeras elecciones democráticas regresaron al Club en el mismo Hotel donde se reunía antes de la guerra. El legendario Alfonso XIII volvió a lucir la rueda dentada del Rotary.

Poco a poco se han unido a rotarismo más de 200 sevillanos. Se aglutinan en seis Clubs, todos con sede en la capital de la Giralda en distintas sedes. Hubo, a finales de los noventa del pasado siglo, un Club en Alcalá de Guadaira. Sesionaba en el restaurante Zambra y fue impulsado, entre otras personalidades locales, por el fallecido Psiquiatra y Teniente Coronel José Luis Moreno Chaparro. La aventura duró pocos años. La idea inicial del Club era acoger mujeres sobre la negativa del entonces único Club del Rotary. Esta organización promueve –paradójicamente- la igualdad y la solidaridad. Eran otros tiempos. Felizmente, el siglo XXI cambió las cosas.

Los rotarios sevillanos son relevantes en panorama español. Tras Gastalver como Gobernador distrital le sucedieron en el cargo el economista José Luis Carvajal y el ingeniero Pedro Valenzuela. Para el curso 2024-25 fue elegido Gobernador Dimas Rizzo Escalante. Se trata de un prestigioso Ingeniero Agrónomo que defendió con tesón, y durante años, los intereses andaluces y españoles ante la Comunidad Económica Europea en Bruselas amén de presidir -a posteriori- una patronal algodonera.

Hoy por hoy, los seis clubs sevillanos del Rotary acogen el talento y coraje femenino incorporado a sus filas. El curso 2022-23 tendrá la mitad de Clubs locales (Cartuja, Sevilla e International), nuevas presidentes. Estamos persuadidos que impregnarán su sello para desarrollar programas solidarios, incrementar los miembros y visibilizar a la sociedad el singular grano de arena que aporta el movimiento rotario.

La nueva Presidente

Un Club hispalense, el Sevilla International (RCSI) sesiona en el Gran Meliá Colón. Anoche acogió brillante ceremonia de cambio de Presidencia. Fue en el Real Club de Golf de Montequinto. El acto impuso, además, insignias a cinco nuevos socios.

El jurista Antonio Barba Gálvez cedió el collar distintivo a la empresaria Ana Garrido. Un intenso aplauso, debido a su proactividad, energía, carisma más los duros momentos que entrañó la pandemia al Club, despidió a Barba del cargo. Después, unas sinceras palabras de Garrido apelaron a su compromiso personal. Recalcó que nada sería el mismo sin la cooperación de los más de 30 socios y sus nuevos cargos (Sebastián Morales, Secretario; Gerardo Martínez, Tesorero y Pedro G. Díaz, Macero).

Fundado en 2019 el más joven Club de los sevillanos ha sabido reinventarse tras incidencias iniciales que casi lo clausuran. La pandemia endosó sesiones virtuales, sin dejar de desarrollar proyectos solidarios que ayudaron a familiares de enfermos de Alzheimer en Lepe (Huelva), acoger emprendedores o interaccionar con otros colectivos e iniciativas (The Hub-TM, Toastmasters, Impúlsame-Mairena del Alcor, Plus Vitech) para aportar y sumar sinergias que maridan puntos de encuentro entre lo social, lo empresarial y lo solidario.

Desde que comenzó la invasión de Ucrania el pasado febrero por Rusia, el RCSI plasmó su ayuda más solidaria. Envió voluntarios a FIBES colaboró con colectas en hermandades y financió –con importante donativo- el viaje de un convoy con ayuda a un país, Ucrania, que sufre la peor de las guerras.

Uno de los proyectos-estrella del RCSI es la cooperación con ATMOS, el primer colectivo asistencial andaluz para trasplantados de médula ósea. El Club, a través de varios miembros, fue testigo de la exitosa presentación del colectivo en la sede de EOI que había aplazado la pandemia, aporta socios de cuota y alienta iniciativas la lucha contra la leucemia y la recuperación de los trasplantados. Las víctimas de éste cáncer merecen toda la ayuda posible.

La complicidad del RCSI-ATMOS se vehicula con uno de los socios recuperados al Club, José Manuel Soria, CEO de Ingemont. Ya indicó, en 2018, a este Correo en su sección Marcaje al empresario una frase corporativa reveladora: nuestro valor es ser el médico de cabecera para los clientes

Finalmente, escribimos una sugerencia cívica. Se apela desde estas líneas porque donar sangre es imperativo. Es la solidaridad humana más horizontal; entraña compartir lo que se tiene sobre la filantropía de dar lo que sobra. Sevilla precisa cada día 400 bolsas de sangre. Pueden donar hombres y mujeres entre 18 y 65 años. Las mujeres un máximo de 3 al año, los hombres 4. Despejando bulos, se insiste que donar sangre ni duele, ni marea, ni desangra. Al revés, regenera el torrente sanguíneo. La sangre es un tejido humano que no se puede artificiar. Las reservas están al mínimo. Por ello, urge donar sangre para que nuestros hospitales y quirófanos sigan abiertos, las parturientas no se desangren, y enfermos oncológicos, hemofílicos, accidentados o agredidos sigan viviendo. Este llamamiento, insistimos, es urgente. El verano ya amenaza las reservas de ciertos grupos sanguíneos minoritarios tengan carencias ya.

Ser mejor persona es ayudar y compartir con nuestros congéneres. La filosofía de Harris no quedó huérfana de eco en Sevilla. Toca insistir en que donar sangre no cuesta nada y sirve de mucho. Quienes dan su brazo a la vida del prójimo salvan tres vidas. Nunca lo olviden.