Los cementerios desaparecidos de Sevilla: testigos olvidados de la Historia

Entre sus callejuelas empedradas y sus majestuosos monumentos de Sevilla yace una parte de su pasado que ha quedado enterrada en el anonimato: los cementerios desaparecidos de Sevilla.

José Manuel García Bautista

Estos lugares sagrados, que alguna vez fueron testigos del paso de generaciones y guardaron los restos de sus habitantes, han sido borrados de la memoria colectiva.

El Cementerio de los Ingleses:

Otro cementerio desaparecido que merece especial mención es el Cementerio de los Ingleses. Este lugar de descanso eterno fue inaugurado en 1855 para dar sepultura a los ciudadanos británicos que residían en Sevilla. Con su característico estilo gótico, el cementerio se convirtió en un hito arquitectónico y cultural en la ciudad. Sin embargo, a medida que el tiempo avanzaba, el cementerio fue abandonado y cayó en el olvido. Finalmente, en la década de 1950, el Cementerio de los Ingleses fue clausurado y sus tumbas fueron trasladadas a otro lugar, aunque muchos restos descansan aún en el anonimato.

El Cementerio de San Nicolás:

Uno de los cementerios más conocidos y emblemáticos que ha desaparecido en Sevilla es el Cementerio de San Nicolás –que no era su nombre pero así lo llamaban-. Ubicado en el corazón del barrio de San Bernardo era aquel que pertenecía a la Judería, este camposanto se emplazaba donde hoy está Diputación de Sevilla. Sin embargo, a medida que la ciudad crecía y se modernizaba, la necesidad de espacio se hizo evidente. El cementerio de San Nicolás fue demolido para dar paso a la construcción del cuartel que se transformó en el hoy complejos de edificios de Diputación.

El Cementerio de San Luis:

Este cementerio estaba en el barrio de La Macarena en un solar abandonado del que se sacaron ánforas con los restos. Durante muchos años, fue uno de los principales camposanto de la ciudad aunque su origen era romano.

El Cementerio de San Sebastián:

Situado en El Prado, el Cementerio de San Sebastián tenía una relación directa con los ajusticiados por la Inquisición pero también de aquellos que vivían en la zona que hoy es Felipe II. Era conocido por ser uno de los lugares de descanso más importantes de Sevilla. A lo largo de los años, el cementerio fue ampliado y remodelado en varias ocasiones. Sin embargo la reubicación de todos los cementerios en uno llevaron a que desapareciera. En su lugar está hoy El Prado y la Avenida de la Borbolla.

El Cementerio de Santa Clara:

Este cementerio se encontraba en la zona de la Alameda y tenía una correspondencia con el convento. Fue el lugar de descanso de numerosas familias influyentes de Sevilla.

Cementerio de San Agustín:

Ubicado a las afueras de Sevilla, era conocido por su extensión y por ser el lugar de descanso de personas de diferentes estratos sociales.

En el siglo XVIII Carlos III y su Real Cédula de 1787 inician la reordenación de la edificación de cementerios extramuros. La gran epidemia de fiebre amarilla de 1800 se cobró 15.000 muertos en Sevilla e hizo que los cementerios extramuros vinculados a edificios religiosos cobrarán más popularidad como ermita de San Sebastián, huerta de Santa Teresa, huerta y convento de Capuchinos y ermita de la Concepción aunque muchos no pasaron de ser un proyecto.

El Cementerio de San José

Estos no eran los únicos cementerios civiles del siglo XVIII-XIX, el cementerio de San José fue una edificación bajo proyecto de Melchor Cano en 1833. Estaba entre el Patrocinio y el monasterio de la Cartuja en el hoy entorno de la Torre Sevilla y el Caixafórum.

Estos son solo algunos ejemplos de los cementerios que desaparecieron o perdieron parte de su importancia con el paso del tiempo en Sevilla. Cada uno de ellos tenía su propia historia y legado, y su desaparición representa una pérdida irreparable en la memoria colectiva de la ciudad. Es fundamental reconocer la importancia de estos espacios y trabajar en su preservación y divulgación para mantener viva la historia de Sevilla.

La importancia de preservar la memoria

La desaparición de estos cementerios sevillanos no solo ha significado la pérdida física de lugares sagrados, sino también la desaparición de parte de la memoria colectiva de Sevilla. Estos cementerios eran testigos de la vida y la muerte de miles de personas, reflejando la diversidad y la historia de la ciudad.

Preservar la memoria de los cementerios desaparecidos es fundamental para comprender y valorar la historia de Sevilla en su totalidad. Estos lugares encierran historias y testimonios que merecen ser recordados y respetados. Además, su preservación puede ser una forma de honrar a aquellos que descansan en ellos y brindar un espacio para la reflexión y el recuerdo.

Es importante que las autoridades y la sociedad en general tomen conciencia de la importancia de proteger y preservar estos lugares históricos. Se deben implementar medidas para investigar y documentar los cementerios desaparecidos, identificar y registrar los restos humanos que aún puedan encontrarse allí, y establecer políticas de conservación y divulgación de la memoria histórica.

Asimismo, es fundamental fomentar la educación y la conciencia histórica entre la población. Mediante la difusión de la historia de estos cementerios desaparecidos, se puede generar interés y empatía hacia su preservación. Talleres, visitas guiadas y actividades educativas pueden despertar el interés de la comunidad y ayudar a mantener viva la memoria de estos lugares.