Delitos sexuales

'Grooming': la técnica que usan los delincuentes sexuales para contactar con menores

El anonimato que da internet hace que proliferen este tipo de técnicas con las que que los delincuentes se aprovechan de niños y adolescentes para obtener contenido de índole sexual

Jóvenes atentos a las pantallas de sus móviles a la salida del instituto

Jóvenes atentos a las pantallas de sus móviles a la salida del instituto / JORDI COTRINA

Ana Ramos Caravaca

Ana Ramos Caravaca

Internet es una herramienta que ha revolucionado la vida de las personas, pero también se ha convertido en un nicho de posibilidades para los delincuentes, principalmente, por el anonimato que ofrece. Es este anonimato lo que propicia delitos en auge como el grooming, una forma de acoso sexual a menores de edad, basada en establecer con ellos una relación de confianza a través de internet, fundamentalmente en chats y redes sociales, simulando ser también menor de edad.

La finalidad de estas conversaciones es contactar con los menores para obtener posteriormente contenido de índole sexual e, incuso, llegar a mantener un encuentro sexual. Aunque es un término relativamente novedoso, es una técnica usada por los pederastas para contactar con menores y obtener archivos de carácter pornográfico.

Más común de lo que parece

Según el informe de Save de Children titulado Violencia Viral , en el que se entrevista con casi 400 jóvenes de entre 18 y 20 años de toda España, uno de cada cinco de los encuestados reconoce haber sufrido este tipo de acoso alguna vez en su vida, y el 15%, en más de una ocasión. De media, la primera vez que sufrieron este tipo de acoso fue con 15 años. "El estudio nos ha confirmado que el online grooming es mucho más común de lo que pensamos", reconocen desde la ONG.

Un familiar inmortaliza un momento de un menor con su móvil

Un familiar inmortaliza un momento de un menor con su móvil / El Correo

Fases del grooming: cómo detectarlo

Tal y como advierte Save de Children, este tipo de conductas suelen tener un patrón común para poder detectarlo, así como frases y engaños que muchos de estos delincuentes sexuales usan.

Crear una relación de confianza. A través de sobornos, engaños o regalos, el agresor contacta con la niña o niño y establece una relación de confianza. Para conseguirlo, lo habitual es fingir tener la misma edad o una similar, pero siempre ocultando su verdadera identidad y, en consecuencia sin desvelar su verdadera edad. Es común que el acosador haga regalos, empatice a un nivel profundo con los niños y niñas haciendo que escucha sus problemas y aproveche esa información para chantajear después.

Aislamiento. Cuando ya establece esa conexión con el menor, el agresor busca separar a su víctima de su red de apoyo: familia, amigos, colegio... dejándolo desprotegido. Es aquí cundo insiste en que esta relación debe ser secreta.

Mantener el secreto. El acosador siempre intentará asegurarse de que su víctima no diga nada. Es habitual que pregunte constantemente si el niño o la niña le ha contado al alguien que mantiene una relación o averiguar quién más ve su móvil o su ordenador, para evitar así ser descubierto.

Conversaciones sobre sexo. Una vez establecida esta relación de confianza, el delincuente empieza a hablar de temas de índole sexual de manera paulatina. Su intención es que la víctima se sienta cómoda y se acostumbre a hablar de este tipo de temas, familiarizándose con el vocabulario

Solicitud de contenido sexual. Este es el objetivo principal del grooming. En esta última fase, el acosador usa la manipulación, las amenazas, el chantaje o la coerción para que la víctima le envíe material sexual, le cuente fantasías sexuales o la relación culmine con un encuentro físico.

Cómo evitarlo

Este tipo de delitos son complejos y afectan principalmente a un colectivo vulnerable como son los menores de edad. Para poder evitarlo es fundamental la prevención y la educación para poder detectar este tipo de conductas. La Policía Nacional reitera la importancia de no dar datos personales a desconocidos a través de redes sociales

En primer lugar, es necesaria una educación afectivo-sexual, que forme a los más jóvenes en materia de sexualidad, en los riesgos y delitos relacionados con la sexualidad y también incidir en el uso seguro y responsable de las herramientas digitales, como puede ser el móvil del menor.

Este tipo de engaños son lentos, desde que el acosador establece el primer contando hasta que consigue si objetivo. Se trata de un engaño que termina embaucando a las víctimas, que desconocen que sea un adulto quien está contactando con ellos, por lo tanto, es importante tener una comunicación activa con los menores, saber con quién hablan, qué uso hacen de las herramientas digitales y mantener un control sobre ellas, ya que es la puerta de entrada de estos delincuentes en la vida de sus víctimas.