Sucesos

Detienen en Estepona al presidente de una comunidad de creyentes por agredir sexualmente a dos de sus miembros

Una de las víctimas tenía 16 años cuando ocurrieron los hechos y otro hombre, el denunciante, asegura haber sufrido tres agresiones

El arrestado ha ingresado en prisión

Comisaría de Estepona.

Comisaría de Estepona. / El Correo

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La Policía Nacional ha detenido en Estepona a un hombre de 61 años por un delito de agresión sexual continuada. El investigado lideraba una comunidad de creyentes y se valía de su posición para ganarse la confianza de las víctimas y cometer los delitos. Hasta ahora, los investigadores han localizado a dos víctimas, aunque no descartan más casos. Una de ellas fue agredida hasta en tres ocasiones, por primera vez en el año 2018 y la última, en julio del año 2022. La otra persona perjudicada fue agredida cuando tenía 16 años, en 1999.  La autoridad judicial ha ordenado el ingreso en prisión del arrestado.

Las pesquisas de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) se iniciaron gracias a la denuncia de una de las víctimas. Según el perjudicado, el agresor manifestaba que su psicólogo le aconsejaba explorar y saciar su curiosidad para poder superar la atracción que sentía hacia los hombres. "Sometía a la víctima, mediante coerción y/o intimidación, para que cediera a la presión que este ejercía con el único fin de dejar de oponer resistencia ante cualquier acto sexual", ha explicado la Comisaría Provincial en un comunicado. 

Perfiles vulnerables

Las pesquisas permitieron identificar al presunto autor, presidente de una asociación dedicada a tratar aspectos relativos a la fe y su aplicación en la vida cotidiana. La mayoría de los socios eran captados en países con situaciones sociopolíticas complicadas. A través de las redes sociales, pedía opiniones y seleccionaba a creyentes de otros países para ofrecerles un «futuro europeo» y, aprovechando las respuestas, adquiría información sobre la vulnerabilidad de las posibles víctimas. Hasta el momento, han sido localizados dos afectados a los que le ofreció sus traslados hasta un país europeo en busca de un futuro mejor. Ya en España, las víctimas, alojadas en casa del detenido, eran manipuladas emocional y psicológicamente a la vez que amenazadas para que al sentirse atrapadas permitieran al agresor consumar sus acciones ilícitas.