Sucesos

Medio millón de euros en más de 100 robos: cae la mayor banda de aluniceros de Andalucía

La Guardia Civil y la Policía Nacional han desmantelado este miércoles una organización criminal "con un alto nivel de profesionalidad" que cometió sus delitos en siete provincias andaluzas

Desarticulado el grupo de aluniceros más activo de Andalucía y Extremadura

Policía Nacional

Carlos Doncel

Carlos Doncel

Medio millón de euros. Esa fue la cantidad de dinero que obtuvo la mayor de banda de aluniceros de Andalucía en los más de 100 robos que perpetraron en las provincias de Sevilla, Cádiz, Málaga, Huelva, Córdoba, Granada, Jaén y Badajoz. Una organización criminal que la Guardia Civil y Policía Nacional han desmantelado este miércoles en una operación conjunta que se ha saldado con ocho detenciones.

En los 15 registros domiciliarios efectuados en Sevilla, Utrera, Umbrete y Alcalá de Guadaíra se han decomisado "material de telecomunicaciones e informático, herramientas utilizadas para la comisión de los hechos delictivos, efectos sustraídos de los diferentes robos, y dos armas de fuego", según fuentes del Instituto Armado. Asimismo, también se han intervenido 363 plantas de marihuana.

La investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 3 de Algeciras, comenzó en junio de 2023, después de que el clan cometiera dos robos con fuerza en Palmones, en el término municipal de Los Barrios (Cádiz). "Tras las primeras indagaciones se logra identificar a los autores de estos hechos, así como los vehículos utilizados en los mismos", señalan voces oficiales.

Las pesquisas continuaron durante varios meses, donde los agentes pudieron constatar que se trataba de un grupo delictivo "con un alto nivel de profesionalidad". "Llevaban a cabo sus acciones delictivas con gran rapidez y con una capacidad de realizar hasta diez robos en apenas seis días, que ejecutaban ocultando su identidad con pasamontañas, gorros y guantes", detallan desde la Policía Nacional.

Cada miembro de la banda cumplía siempre un papel concreto en los alunizajes: un conductor, varios vigilantes para evitar cualquier sorpresa, un experto en abrir puertas y escaparates y los cargadores que se encargaban de meter el material sustraído en el coche.

Los vehículos que utilizaban en estos hechos eran siempre robados y de alta gama, a los que en ocasiones modificaban las matrículas. "Esto les permitía huir tras la comisión de los hechos a altas velocidades, poniendo en grave riesgo al resto de usuarios de la vía", explican fuentes policiales. 

Los comercios donde perpetraban los robos eran bien diferentes entre sí: desde una cadena de perfumerías a secaderos de jamones, de estancos a tiendas deportivas y de telefonía, bazares orientales y pequeños ultramarinos.