Asesinada en Lepe una joven de 25 años a manos del padre de sus hijas

Sobre el hombre pesaba una orden de alejamiento desde el pasado mes de junio

07 jul 2018 / 20:54 h - Actualizado: 09 jul 2018 / 18:26 h.
"Violencia de género","Machismo"
  • Agentes de la Guardia Civil en la vivienda donde hoy un hombre rumano ha matado supuestamente a su pareja, una joven de 24 años de la misma nacionalidad, tras una discusión y se ha dado a la fuga. / Julián Pérez (Efe)
    Agentes de la Guardia Civil en la vivienda donde hoy un hombre rumano ha matado supuestamente a su pareja, una joven de 24 años de la misma nacionalidad, tras una discusión y se ha dado a la fuga. / Julián Pérez (Efe)

Cristina M., una joven nacida en Buzau (Rumanía) que el próximo 15 de julio habría cumplido 25 años, fue asesinada en la mañana de este sábado en la casa en la que vivía en la localidad onubense de Lepe. Hacía un mes que había denunciado al hombre que hasta entonces era su pareja, un compatriota de 33 años de edad, D.V., el padre de sus hijas, sobre el que pesaba una orden de alejamiento de 200 metros como mínimo sobre ella. Este sábado, poco antes de las 8.30 horas de la mañana, entró en la casa de la calle Méndez Núñez de la localidad donde ella vivía, discutieron y, presuntamente, la asesinó.

Es la vigésima víctima por violencia de género del año en España y la sexta en Andalucía tras los casos de Guadix, La Viñuela, Albox, Las Gabias y Guadahortuna.

La primera voz de alarma sobre este suceso la dio una vecina de la calle, que escuchó una discusión en la casa. Cuando salió a la calle vio al ahora fugado montarse en un coche y salir a toda prisa. Entró en la casa y vio a la joven ensangrentada, sin que los servicios de emergencia pudieran hacer nada por salvar su vida, a pesar de que el 061 no tardó más de cuatro minutos en llegar.

Desde entonces, se busca al presunto autor del asesinato. La Guardia Civil, inicialmente, «retuvo» al hermano para ver si tenía alguna pista sobre su paradero. De hecho, el presunto asesino huyó en el coche del hermano –no tiene ni coche ni carnet de conducir– y se maneja la hipótesis de que haya huido a Portugal, a solo 20 kilómetros de Lepe. A 50 minutos está el aeropuerto internacional de Faro, pero la Policía confía en que no le haya dado tiempo a coger un avión antes de que la operación Tela de araña, habitual en estos casos, haya hecho que sea imposible.

Su hermano, junto a su pareja, vivían con Cristina y el padre de sus hijos en la casa en la que se produjo el asesinato hasta que, hace semanas, la joven ahora fallecido decidió separarse, quedándose en la vivienda junto a su cuñado y su pareja.

El pasado 17 de junio, en la Comandancia de la Guardia Civil de la localidad, presentó una denuncia por violencia de género y el Juzgado de Ayamonte le concedió una orden de protección, con prohibición hacia su expareja de acercarse a menos de 200 metros de ella.

Sin embargo, cuando este sábado por la mañana el hermano y su pareja se habían ido a trabajar, entró en la casa y se produjo una discusión y un posterior apuñalamiento mortal. Una vez llegó la Guardia Civil a la casa, la primera acción fue sacar a las niñas sin que se diesen cuentan de que nada pasaba. Las llevaron a la casa de una vecina, engañándolas, diciéndoles que la madre trabajaba y las iban a llevar a la playa. La vecina aguantó el tipo hasta que a las cuatro de la tarde las niñas eran llevadas a un centro de protección de menores en la provincia onubense.

A las niñas se les aplicó el protocolo de urgencia para estos casos, de modo que se las derivó a una vivienda con profesionales que cuidarán de ellas hasta que sean acogidas definitivamente por una familia o bien se gestione que sean enviadas a la familia de la joven en Rumanía. Una es rumana, pero la otra, la más pequeña, es española. Todo ello se analizará, aunque la solidaridad de los vecinos se disparó rápidamente y varias familias se pusieron en contacto con la comunidad rumana de Lepe para ofrecerse a adoptar a las pequeñas o, al menos, a acogerlas en sus casas mientras pasan los primeros días de desasosiego para ellas.

«Todo el esfuerzo»

Entre las reacciones tras este suceso, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expresaba su «apoyo y solidaridad» a la familia de la joven y se comprometía a poner «todo el esfuerzo y los recursos necesarios» para acabar con el machismo criminal.

En un mensaje en su cuenta oficial en Twitter y con la etiqueta #NuncaMás, Sánchez apelaba a acabar «con este horror» y garantizaba todo el esfuerzo de su Ejecutivo para poner fin a esta lacra.

Por su parte, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, lamentaba el asesinato y pedía que «la rabia y el dolor no pueden llevarnos a la impotencia», incidiendo en que «la rabia y el dolor no pueden llevarnos a la impotencia: hagamos frente a la violencia de género todos juntos», aseveró.

Para este domingo a las 12 horas se ha convocado una concentración de repulsa en la playa de La Antilla, mientras que la presidente de la Asociación de Rumanos de la Costa de Huelva (ARCOH), Mihaela Ciliciu, recordaba que es la primera vez que la comunidad rumana asentada en Lepe «queda conmocionada y sorprendida» por los hechos ocurridos, trasladando «el más sentido pésame y nos ponemos a disposición de la familia para cualquier ayuda que podamos aportar».