Joaquín y Guardado hacen fuerte al Betis en el Villamarín (2-1)

LA CRÓNICA. Un doblete del portuense doblega al Deportivo y da la segunda victoria a su equipo en dos partidos en su estadio. El mexicano volvió a ser determinante

16 sep 2017 / 20:37 h - Actualizado: 17 sep 2017 / 20:51 h.
"Fútbol","Primera División","Joaquín Sánchez"
  • Joaquín celebra su segundo tanto, el de la victoria del Betis. / Manuel Gómez
    Joaquín celebra su segundo tanto, el de la victoria del Betis. / Manuel Gómez

El Betis ha empezado la temporada en el Villamarín de la mejor y única forma posible si quiere que su feudo haga honor a su definición y sea una de las bases de una temporada diferente: ganando y volviendo a ganar. En su segunda comparecencia allí venció al Deportivo gracias a un doblete de Joaquín y otra determinante actuación de Guardado, así que el balance tras un mes de competición es de dos triunfos en casa y dos derrotas lejos de ella. El registro es francamente mejorable, pero también es francamente empeorable. Y el seis de seis en Heliópolis es un excelente punto de partida para al menos dibujar una campaña tranquila. La pareja Joaquín-Guardado también lo es.

El equipo de Quique Setién amaneció con el control del partido ante un Dépor que prefirió la seguridad de su parcela. No hubo acoso y el equipo verdiblanco eligió la vía tradicional, el toque y la paciencia, para ir aproximándose al portero enemigo. La táctica, sin producir un fútbol especialmente bello, resultó fructífera. Tello, igual de enchufado que atropellado a lo largo de la tarde, avisó con un remate cruzado antes de trazar una buena diagonal que Barragán continuó con un centro al área que primero cabeceó Sergio León y después, previo rechace de Pantilimon, remachó Joaquín. 1-0.

El gol, cosas del fútbol, sentó peor al que lo marcó que al que lo encajó. El Betis perdió el dominio de la situación y el Dépor empezó a inquietar a Adán gracias a la profundidad de Juanfran y la movilidad de Fede Cartabia y Bakkali, que dejaron en mal lugar un sistema que flaqueó por el pasillo central. Javi García estuvo sobrepasado, así que ahí tiene Setién material de estudio. El caso es que Guilherme ya lo había intentado desde lejos, pero el Betis no aprendió la lección y permitió a Borges largar otro zapatazo al larguero y a Fede Cartabia recoger el rechace para volver a chutar... y marcar. Y vuelta a empezar.

La igualada restableció el panorama previo al 1-0. Es decir, un Betis dominante ante un Dépor más reservado. La diferencia es que el equipo de Mel protegió a su guardameta con más eficacia. Los verdiblancos también contribuyeron al bienestar del rumano con un fútbol no demasiado rápido en la circulación y tan poco profundo que sus acercamientos, al contrario de lo que indica la palabra, fueron desde lejos. La opción más clara coincidió con la reconexión de Guardado y Joaquín: el mexicano centró y el portuense cabeceó fuera. En la otra punta del campo, Adán ya no tuvo que volver a intervenir, aunque sus compañeros, por instinto o por inseguridad, pecaron de retroceder demasiados metros cada vez que sus contrincantes cruzaban el círculo central.

El Betis regresó del descanso con ímpetu y en un par de minutos amenazó seriamente la integridad de Pantilimon con un centro-chut de Guardado que casi se le coló al meta y una internada de Durmisi que acabó en penalti pitado por Undiano y la posterior corrección del asistente. Acertó el linier. Y poco después entró Camarasa. Fue entonces cuando el Betis comenzó a mejorar de verdad, ya que el valenciano dio sensatez y verticalidad al hasta entonces mortecino juego del centro del campo. Dicho lo cual, lo que más notó el conjunto de Setién fue la reentré de Guardado en el partido. Cada vez que el mexicano es protagonista, su equipo sube automáticamente el nivel. El problema de ese dominio tan apabullante ante un Dépor cada vez más encerrado era que el Betis estaba muy expuesto en caso de pérdida, como bien quedó probado en un par de contraataques casi consecutivos, el más peligroso de ellos resuelto por Feddal. El Betis ha fichado un gran central.

La fisonomía del choque estaba clara y faltaba saber si el Betis se beneficiaría de su abrumadora presencia en el campo rival o pagaría alguna imprecisión. Ocurrió lo primero. Y de nuevo hay que acudir a Guardado para explicarlo. El azteca robó el balón a Fede Valverde y lo condujo hasta que vio el hueco por el que entraba Joaquín. Era un hueco pequeño y difícil, pero el envío fue perfecto y el portuense no desperdició ese regalo de pase. Guardado y Joaquín son los futbolistas más talentosos del Betis y cada vez que se alían pasa algo bueno. Es la aplastante lógica de la calidad.

De ahí al final, el Betis controló como desea Setién: con el balón en su poder. Debutó Boudebouz y Guardado siguió a lo suyo, ordenando y mandando con la ayuda de Javi García y Camarasa, que generó la penúltima ocasión, una internada que Sanabria remató de aquella manera. La última, un cabezazo de Adrián al lateral, fue del Dépor, ya cansado y sin más ideas que las pocas que pudo aportar Lucas Pérez.

FICHA TÉCNICA

REAL BETIS: Adán; Barragán, Mandi, Feddal, Durmisi; Javi García; Joaquín (Boudebouz, m. 82), Guardado, Narváez (Camarasa, m. 51), Tello (Sanabria, m. 72); y Sergio León.

RC DEPORTIVO: Pantilimon; Juanfran, Arribas, Schär, Fernando Navarro; Fede Cartabia (Lucas Pérez, m. 77), Guilherme (Fede Valverde, m. 54), Borges, Bakkali (Luisinho, m. 70); Adrián y Andone.

Goles: 1-0, m. 14: Joaquín. 1-1, m. 21: Fede Cartabia. 2-1, m. 76: Joaquín.

Árbitro: Undiano Mallenco (Comité Navarro). Amonestó a Guilherme (27’), Durmisi (47’), Fernando Navarro (58’), Luisinho (78’) y Adán (93’).

Incidencias: partido de la 4ª jornada de Liga, disputado en el estadio Benito Villamarín ante 46.714 espectadores.