Las empresas andaluzas no están preparadas para afrontar la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el conocido brexit. No por incapacidad, sino por la constante incertidumbre que gira en torno al proceso. Así lo aseguran los responsables de tres compañías durante la jornada La empresa andaluza ante el brexit: desafíos y oportunidades, organizada por Cesur en colaboración con la consultora KPMG.
Después de la sorpresa de las elecciones del 8 de junio, que dejaron a Theresa May sin la mayoría para gobernar, y que se ha visto obligada a pactar con el Partido Unionista Democrático (DUP en sus siglas en inglés), se desdibuja el proceso duro que se planteaba hace un año y que cortaba toda relación con la Unión Europea, y que sobre todo cerraba la puerta a cualquier entendimiento sobre el apartado de la unión aduanera, que ahora se tendrá que replantear.
Quizás por eso los empresarios no han marcado una hoja de ruta concreta, sino que piensan cómo afectará «en cada nuevo contrato», apunta el director general del Grupo Iturri, Juan Francisco Iturri. La compañía, cuyo principal cliente es el Ministerio de Defensa británico, acaba de renovar el suministro al ejército británico; un contrato que se ha visto afectado por la depreciación de la libra –que desde el referéndum ha caído un 13 por ciento– y por la imposibilidad de cerrar una cláusula antibrexit que blinde el contrato.
Tampoco tiene una estrategia definida Migasa, asegura su director comercial, Antonio Gallego, para quien el brexit es «una gran incógnita». Pero también un riesgo, pues el Reino Unido es el segundo contribuyente de la PAC, por lo que su salida provocará grandes mermas en el presupuesto.
El consejero delegado de MP Corporación es más precavido e incluso plantea una posible marcha atrás del proceso de salida. Mientras tanto, mantiene su relación con los distribuidores británicos con los que venía trabajando, y descarta cualquier opción de adquirir un centro de stock por la naturaleza de su negocio, «ya que los ascensores se comercializan a medida».
Pero, sin duda, uno de los sectores que más impacto va a tener es el turístico, ya que el Reino Unido es el primer emisor de visitantes a Andalucía (26 por ciento). También para el inmobiliario, pues los británicos son uno de los principales compradores extranjeros de vivienda en la comunidad.
La falta de un plan no es cuestión de las empresas andaluzas. Según un estudio realizado por KPMG entre 3.000 directivos tanto de pymes como de cotizadas españolas, el 78 por ciento de los encuestados o no han elaborado un plan de contingencia (43 por ciento) o no lo cree necesario (35 por ciento).