Las duras últimas noticias surgidas desde la enfermería del Sevilla añaden aún más dudas al momento por el que atraviesa el Sevilla, que ha caído en nivel de rendimiento y en número de efectivos a disposición de Unai Emery. Tanto es así, que el entrenador sevillista sólo tiene ahora mismo a 16 jugadores de la primera plantilla aptos para medirse este fin de semana al Córdoba en la Liga y sólo alguno más recuperado para la trascendental cita de la semana próxima ante el Borussia Monchengladbach en la Europa League.
Las secuelas de Getafe se han traducido en tres duros varapalos con nombres propios: Coke, Mbia y Aspas. Los tres deberán estar fuera del equipo varias semanas y dejan muy tocado la estructura del once titular. Para empezar, ante el Córdoba no hay un lateral derecho puro, ya que Diogo está sancionado. Seguramente Aleix Vidal vuelva a actuar en esa demarcación, que ya no es novedosa para él y menos en los partidos de casa. En la delantera también hay un serio problema, ya que Gameiro, aunque en la recta final de su lesión, sigue de baja, por lo que sólo Bacca está disponible. El colombiano no pasa por su mejor momento y acusa en cansancio y falta de rotación. El canterano Juan Muñoz tendrá bastante protagonismo en las próximas semanas, ocupando un hueco que debía ser aprovechado por Aspas, al que le persigue el mal fario.
Mbia sí tiene recambio en Krychowiak e Iborra, pero sin duda el Sevilla pierde un arma letal en las jugadas a balón parado que tanto rendimiento le diera precisamente hasta que el camerunés se marchó a jugar la Copa de África con su país. Así las cosas, Unai sólo tiene estos 16 hombres disponibles para enfrentarse al Córdoba: Barbosa, Sergio Rico, Kolo, Pareja, Arribas, Fernando Navarro, Iborra, Krychowiak, Carriço, Denis, Banega, Vitolo, Aleix, Reyes, Deulofeu y Bacca. Para la cita del jueves 19 ante el Borussia en el Sánchez-Pizjuán volverán Diogo y posiblemente Tremoulinas y Gameiro. Respecto al lateral francés, desde el Sevilla no se descarta que pueda llegar incluso para el sábado, aunque nadie quiere correr más riesgos.
