Después de repartir las plazas que había entre los alumnos con más puntos, Educación ha tenido que reabrir el proceso de matriculación para reubicar a los que quedaron fuera. Para ello ha autorizado la mayor ampliación de la oferta de plazas con el proceso ya cerrado (506 más), ampliando 20 colegios públicos en los 7 distritos más desbordados.
Para que todos los niños que han pedido una plaza en Infantil puedan estudiar en el distrito escolar donde viven, y para que los que no han logrado entrar en el colegio que querían, al menos, lo hagan en la escuela más próxima a éste, la Delegación Provincial de Educación se ha visto obligada a ensanchar la oferta escolar en 20 colegios públicos. Cada uno tendrá que habilitar un aula más, con 25 niños cada una, 26 en el caso del distrito Nervión y en el Centro, donde además se ha subido la ratio escolar en un alumno por aula.
Los centros a los que se les ha autorizado abrir una unidad más son: el Jorge Juan, el Pablo VI y el Juan de la Cueva (Candelaria-Pajaritos-Rochelambert-Su Eminencia-Cerro); el San Jacinto, el Rico Cejudo y el Juan Ramón Jiménez (Triana-Los Remedios); el Aníbal González, el Martín de Gaínza, el Joaquín Turina, el Cristóbal Colón, el Maestra Isabel Álvarez y el Fernán Caballero (San Bernardo-Nervión-Tiro de Línea); el Pedro Garfia (Centro-Macarena-San Jerónimo); el Al Ándalus y el Calvo Sotelo (Puerta Osario-Santa Justa-San Diego-Naciones-Pino Montano); el Ángel Ganivet y El Manantial (Alcosa-Aeropuerto-Sevilla Este) y el Juan Sebastián Elcano, el Julio Coloma y el Bermejales (Palmera-Bermejales-Bellavista).
Todos estos colegios, según la delegación, tienen capacidad de sobra para asumir un curso más, ninguno tendrá que instalar caracolas. En algunos casos no es la primera vez que les amplían una unidad para cubrir la sobredemanda del distrito. Ocurre en Nervión, una zona poblada de centros comerciales y oficinas, donde entran muchos niños de fuera con los puntos por domicilio laboral de sus padres. Esto, unido al exceso de la demanda en algunos concertados y a la "gran cantidad de niños escolarizados con medidas cautelares de los jueces que han metido a sus hermanos", ha provocado que la oferta prevista se quede corta. La misma circunstancia se ha dado en Bami-Heliópolis-Bellavista, donde hay más concertados que públicos, y eso ha hecho que la demanda rebase la oferta.
En la zona que abarca de Los Pajaritos al Cerro el problema ha sido otro: el nuevo mapa escolar ha dado a las familias de los barrios deprimidos la oportunidad de matricular a sus hijos en colegios alejados de la zona más sensible, y los han llevado hasta las escuelas vecinas, en Juan XXIII y Rochelambert. Así que estos colegios se han visto desbordados, y los de Los Pajaritos y Candelaria han quedado casi vacíos, de manera que Educación ha tenido que ampliar las aulas en las escuelas de Juan XXIII y en Rochelambert, como ya avanzó El Correo, para que las familias de estos barrios no tuvieran que irse con sus hijos a las escuelas que habían quedado vacías en Los Pajaritos. Por ahora, Educación descarta cerrar aulas en estos colegios, sobre todo los de esta zona y en los barrios del Polígono Sur.
Los reajustes que ha tenido que hacer la Junta al acabar el proceso de escolarización han sido enormes este año porque, aunque globalmente había más plazas que alumnos, "es difícil prever cuánto crecerá la demanda en un colegio concreto", dicen en Educación.
