Unas 50.000 personas, muchos de ellos turistas que llegaron al aeropuerto, quedaron afectados ayer por la huelga de transporte en Málaga, que dejó la ciudad sin autobuses. Más de 1.500 empleados del sector estaban llamados a hacer el paro, cuyas consecuencias se agravarán hoy al ponerse en jaque el transporte escolar.
La huelga, convocada por los sindicatos UGT y CCOO, comenzó el sábado pero ayer vivió su día de consecuencias más negativas. Los colectivos sindicales seguirán adelante en su pulso contra los empresarios y ya hay paros generales del sector convocados para hoy y los días 7, 8, 9, 14, 15, 21, 22, 28 y 29 de junio.
"Las dificultades principales por las que atravesamos para llegar a un acuerdo son de interlocución. Lo que le viene bien a una parte de los empresarios no la va bien a la otra", explicó a la cadena SER el responsable del sector de transporte de UGT, Francisco Linares.
La sección del colectivo sindical en Málaga anunció ayer que ha solicitado ya la intervención de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) para desconvocar la huelga. El secretario de Acción Sindical de la Federación de Transportes de UGT en la provincia, José Bellido, explicó que la huelga está siendo secundada por los más de 1.500 asalariados del sector y advirtió de que el número de perjudicados se incrementará hoy cuando la huelga afecte al servicio de transporte escolar.
Bellido asegurado, en declaraciones a la agencia Efe, que existe una minoría de empresarios que "están haciendo daño" a una mayoría dispuesta a negociar y lamentó la imagen que está ofreciendo Málaga como ciudad turística con miles de viajeros afectados a su llegada al aeropuerto y al puerto de la ciudad.
"No nos gusta lo que está ocurriendo -aseguró este representante de UGT en Málaga-, pero no nos queda otra opción", señaló Bellido, quien apuntó que los taxis "hacen todo lo que pueden" para paliar el déficit de transportes de los turistas y trasladarlos entre el aeropuerto y la ciudad.
