Los goles de falta directa no son sólo una de las acciones más estéticas del fútbol, también tienen un elevado valor en forma de puntos para el equipo que logra encontrar en sus filas a un consumado especialista que convierta una ocasión en diana.
Y el Sevilla ha dispuesto en tiempos pretéritos de grandes lanzadores, léase Scotta, Bengoechea, Suker o Polster. Los últimos que han demostrado cierta efectividad, sin llegar ni de lejos a los números de los citados, serían Dani Alves y Luis Fabiano, quienes transformaron tres faltas directas cada uno entre 2006 y 2009.
Claro que en el caso de O Fabuloso ni siquiera se puede hablar de un lanzador excesivamente certero si consideramos que en las temporadas 2009/10 y 2010/11 dispuso de 18 ocasiones (9 por cada ejercicio) y no marcó ninguna.
Y es que el Sevilla parece estar gafado, o falto de especialistas, en los últimos años, hasta el punto de que acumula una serie nefasta de medio centenar de partidos sin anotar un gol de falta directa, en concreto desde que el croata Ivan Rakitic marcara al Villarreal el 24 de abril de 2011. Su gol, a los 8 minutos de juego, abrió un marcador que se cerró con un ajustado 3-2 para los locales.
La mala racha en realidad se podría decir que se remonta al último lustro, en el que el conjunto hispalense apenas ha conseguido transformar en gol media docena de faltas directas, lo que le sitúa (véase el cuadro superior) en el noveno entre los once equipos que no han perdido la máxima categoría desde entonces.
Tan sólo el Valencia (4 goles) y un Osasuna sin puntería (sólo un par de tantos) empeoran los dígitos del equipo hispalense, mientras en el extremo opuesto destacan los dos grandes, FC Barcelona (16 goles) y Real Madrid (12) perseguidos por uno que aspira a serlo, el Málaga CF (11) y el Mallorca (8), el equipo que visitará el Sánchez-Pizjuán este lunes.
Sólo el repunte de la campaña 2009/10, con cuatro goles (dos de Dragutinovic y uno de Renato y José Carlos), permite atenuar una estadística en la que incluso se ve superado por conjuntos que no han militado todos esos años en Primera, como el Villarreal (10 goles en cuatro temporadas en la élite) o el propio Betis (8 goles en apenas tres ejercicios).
SE BUSCA LANZADOR
Más allá de los datos, lo verdaderamente preocupante es que no aparece ese jugador con confianza y tino a la hora de ejecutar ese lance del juego que puede ser tan decisivo como los penaltis. De hecho, entre los actuales integrantes del plantel sevillista, el panorama es desolador: sólo el citado Ivan Rakitic sabe lo que es marcar de falta directa (y tras el citado gol al Villarreal falló seis el pasado curso...), en tanto que hombres como Álvaro Negredo (14 intentos), Diego Perotti (11), Piotr Trochowski (otros 11) y José Antonio Reyes (6) han repetido una y otra vez sin suerte.
Aunque ninguno se aproxima aún al peculiar Koffi Ndri Romaric, que lanzó hasta treinta faltas en tres campañas sin ser capaz de hacer diana una sola vez.
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La cuestión es que el Sevilla no ha marcado de falta directa en los últimos cincuenta encuentros de Liga, esto es, no lo ha hecho ni bajo las órdenes de Marcelino García Toral ni de Míchel.
Pero si preocupante es el dato que refleja que el equipo de Nervión no fue capaz de convertir en gol ninguna de las treinta faltas directas de que dispuso en el curso 2011/12, más lo es si cabe el que dice que en las siete jornadas que se llevan celebradas del actual campeonato no es que no haya hecho gol -en realidad, sólo Rayo Vallecano y Deportivo lo han conseguido una vez-, es que ni siquiera ha sido capaz de provocar un lanzamiento de falta directa. Y, claro, si ni siquiera juegas a la lotería no puedes esperar que te toque, tengas o no tengas números ganadores, en este caso, especialistas inspirados.
PEORES NÚMEROS QUE 'CR7'
Los números que presenta el cuadro nervionense en estos últimos tiempos son tan pobres que, por poner un ejemplo, empeoran en su conjunto los que acredita el portugués del Real Madrid Cristiano Ronaldo, tantas veces criticado y hasta objeto de burla por algunos analistas malintencionados del balompié a cuento de su escasa efectividad en el lanzamientos de faltas directas.
El crack luso ha convertido en gol nueve faltas directas desde que aterrizara en nuestro país al inicio de la temporada 2009/10.
Y en esos tres ejercicios -cuatro con el actual- ha ejecutado esa acción en 149 ocasiones, o dicho de otra manera, su efectividad en el disparo de faltas directas está ligeramente por encima de un 6%, marca una de cada 16,5 que lanza, mientras que el global del Sevilla en ese mismo periodo (septiembre de 2009 hasta hoy) registra un porcentaje de acierto de sólo un 5,1% fruto de los cinco goles anotados en 98 intentos.
O lo que viene a significar que el Sevilla, en esta etapa, sólo marca una de cada 19,6 faltas directas que lanza.
Desde luego el internacional portugués no se rinde y sigue reclamando el balón cada vez que su equipo dispone de una ocasión de esta índole, por mucho que los números digan a las clara que su acierto cara a la portería rival mengua año tras año: 3 goles de 37 tiros en la 2009/10, 4 goles de 52 en la 2010/11, 2 goles de 51 en la 2011/12 y, por el momento, 0 de 9 en lo que va de campaña.
No es Cristiano Ronaldo, está visto, un espejo en el que deba mirarse el Sevilla, pero es evidente que en relación con las faltas directas el equipo de Míchel tiene dos claras asignaturas pendientes: una, provocarlas con más asiduidad, y dos, transformarlas en gol, como hizo Rakitic el pasado viernes con Croacia ante Macedonia.
