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Abajo el telón

Con el Sevilla-Bilbao se pone fin el domingo a una, cuando menos, extraña temporada. Y el Sevilla llega con los deberes más o menos hechos. Se alcanza Europa, sí, pero la de los menos buenos. La racha (10 puntos de 12, 7 goles a favor y ninguno en contra en los últimos 4 partidos) ha llegado demasiado tarde.

el 15 sep 2009 / 04:55 h.

Con el Sevilla-Bilbao se pone fin el domingo a una, cuando menos, extraña temporada. Y el Sevilla llega con los deberes más o menos hechos. Se alcanza Europa, sí, pero la de los menos buenos. La racha (10 puntos de 12, 7 goles a favor y ninguno en contra en los últimos 4 partidos) ha llegado demasiado tarde. Tras catar las mieles de la Champions, no hay sevillista al que la UEFA no le sepa a poco. Pero en el deporte, lo normal es no alcanzar todos los objetivos. Eso queda para unos poquísimos privilegiados, como el Balonmano Ciudad Real. ¡5 títulos de 5! Y Liga y Champions, además, ganando, como los campeones, en plazas imposibles, Barcelona y Kiel. Enhorabuena. Y todo ello gracias a sus dirigentes y propietarios, que, con dinero y arte, han sabido invertir y desinvertir atinadamente y crear un proyecto no sólo ganador, sino capaz de autorenovarse y conservar la ambición y la humildad.

Alababa el querido Paco Cepeda el proyecto del Sevilla, por ser capaz de mantenerse en Europa 5 años seguidos. Cuánta razón tiene. Y no sólo por mantenerse, sino por cómo lo ha hecho: in crescendo. El máximo halago a ese proyecto fueron las palabras de los que increparon a Lopera en el derbi apuntándole que aprendiera de Del Nido: "Ese sí que es un buen presidente". Acaba la Liga y el Sevilla no va a la Champions. Pero el proyecto parece serio. Ilustrativa es la indiferencia con la que los sevillistas acogieron la victoria ante el Betis, al desaparecer las posibilidades de ser cuartos. Pero el año que viene seguro que seguirán peleando por lo máximo. Eso, realmente, es lo importante. Y el telón bajó.

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