El presidente palestino, Mahmud Abás, no puede más. Ayer anunció que no se presentará a las próximas elecciones del 24 de enero para presidir la Autoridad Nacional Palestina (ANP), a pesar de que los líderes a la ANP y de su formación, Al Fatah, intentaron hasta última hora convencerle para que cambiase de opinión. No fue posible. Abás les anunció que es una decisión "irrevocable" y les pidió que se "busquen otro candidato".
Los motivos de esta renuncia son dos fundamentalmente: la política del Gobierno de Israel de continuar con los asentamientos y el movimiento islamista Hamás, que gobierna en la franja de Gaza, y que, en opinión del hasta ahora líder de la ANP, está impidiendo la reconciliación entre los palestinos. Estas dos cuestiones son las que más han pesado en su decisión, aunque la actitud de EEUU también le ha ayudado a dar el paso. Abás está molesto porque la presión que ha ejercido el Gobierno de Barack Obama sobre Israel para poner fin a los asentamiento ha sido demasiado débil.El presidente palestino anunció su renuncia a la reelección en un discurso televisado en directo al pueblo palestino en el que dijo: "No tengo intenciones de presentarme a las elecciones, no es algo negociable". También se dirigió a la opinión pública israelí, a la que advirtió de que "la paz es más importante que ningún capital político o coalición de gobierno", en alusión a la intransigencia del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, por su negativa a frenar el crecimiento de los asentamientos judíos en territorio palestino.
Abás acusó a continuación al movimiento islamista Hamás de "rechazar cualquier intento de reconciliación" interpalestina, propuesto por Egipto. "Las disputas internas palestinas socavan el proceso de paz", aseguró, antes de responsabilizar a Hamás de ofrecer a Israel "la excusa de que no hay un socio palestino". Unas acusaciones que fueron rechazadas ayer por Hamás, formación que afirmó que Abás ha sido víctima de su propia política.
El presidente palestino aseveró, no obstante, que "la solución de dos Estados es aún posible a pesar de todas las amenazas" que afronta el proceso de paz.
Abás, de 74 años, fue reelegido en agosto al frente de Al Fatah, por ser un candidato de consenso en un partido dividido. Por ello ahora se presenta la incógnita de qué persona le podrá reemplazar y si ésta se implicará como Abás en la búsqueda de la paz entre palestinos y si contará con el respaldo internacional que ha tenido el líder de Al Fatah.
Prueba del liderazgo de Abás y de sus buenas relaciones con occidente es que nada más conocerse oficialmente su renuncia a la reelección, la Casa Blanca le rindió un homenaje al calificarle de "verdadero socio de EEUU".
ONU. Por otra parte, la Asamblea General de la ONU adoptó ayer una resolución en la que se pide al secretario general, Ban Ki-moon, que transmita al Consejo de Seguridad el informe Goldstone, que acusa a Israel y Hamás de cometer crímenes de guerra en el conflicto en Gaza de principios de año. La resolución fue auspiciada por los países árabes.
