Economía

«Además del IVA, es posible que haya que subir otros impuestos»

Francisco Villalba, consejero delegado de Analistas Económicos de Andalucía (Grupo Unicaja), cree que lo más urgente es el ajuste de las finanzas públicas y pide el esfuerzo de todos aunque sea doloroso

el 09 may 2010 / 19:08 h.

El analista Francisco Villalba Cabello, en el sevillano hotel Alfonso XIII, donde se realizó la entrevista.

-Percibimos datos económicos positivos al tiempo que grandes batacazos de la bolsa y el miedo al contagio de Grecia. ¿Hay realmente signos de recuperación?

-Si entendemos por esa recuperación que la economía crezca y cree empleo, de momento no. La economía española sí ha llegado a su punto más bajo y las expectativas son de recuperación, pero será lenta, tardará tiempo en crecer a tasas vigorosas y, en cualquier caso, requiere esfuerzos previos importantes de las finanzas públicas, las empresas y las familias para ajustar nuestro nivel económico a la realidad. La parte más dura la hemos pasado, quedan pendientes las reformas.

-¿Para cuándo un punto de inflexión?

-No sólo depende del tiempo, sino también de las políticas que se emprendan. Con los datos que manejamos, la previsión es que en este segundo trimestre o en el tercero de 2010 se iniciará esa ligera mejoría en la economía pero no tanto en el empleo, cuyo crecimiento se retrasará a comienzos del año próximo.

-Hablemos de esos ajustes.

-Las finanzas públicas exigen un fuerte ajuste ya producido por el lado de los ingresos, que han caído de manera drástica. Queda que el gasto se adecue a ese nivel de ingresos, con 2013 como límite para reducir el déficit a las condiciones de la Unión Económica y Monetaria. Por tanto, habrá que reducir empresas públicas y fijar planes de racionalidad del gasto en todas las administraciones, no sólo la central, pues comunidades y ayuntamientos tienen también pendiente ese ajuste. En las empresas, buena parte del ajuste ya se ha hecho, con destrucción de empleo, y en lo que a las familias se refiere se está haciendo con la limitación del consumo.

-¿Qué es lo más urgente?

-El ajuste de las finanzas públicas por la parte del gasto, pero quizás habrá que hacerlo también por la parte de los ingresos. El IVA sube en julio próximo, aunque posiblemente haya que tocar algún otro impuesto. No es el mejor momento, pero son necesidades de las finanzas públicas.

-¿De cuáles estaríamos hablando? ¿IRPF, hidrocarburos? ¿Cuál afectaría menos a la actividad económica?

-Al final todo afecta. Posiblemente el aumento del IVA lo podríamos haber compensado con rebaja de las cotizaciones a la Seguridad Social, como se planteó hace tiempo, un tiempo perdido. Y hay que incidir en la economía sumergida, que ronda el 25% de la real, y en el fraude fiscal. Hacen falta políticas para que aflore un dinero que sería suficiente para los ajustes que hay que plantear.

-¿Pero quién le pone el cascabel al gato?

-Evidentemente, la Administración Tributaria. Persigue con ahínco a quienes tenemos una nómina y no se plantea con el rigor necesario perseguir esas bolsas de fraude.

-¿Existe un mayor compromiso del Estado al reducir el déficit que en las autonomías y los ayuntamientos?

-Posiblemente sí, y las comunidades deberían hacer ese ajuste en sus cuentas públicas y tomar conciencia del problema del endeudamiento de este país.

-No ha citado la reforma laboral...

-Son muchas las reformas por hacer para dotar de mayor flexibilidad al mercado laboral y a los servicios y está pendiente el problema de las entidades financieras. Habrá que hacerlas al mismo tiempo. La reforma laboral viene impuesta por la pérdida de competitividad de nuestra economía, y la mejora en una parte viene determinada por esa flexibilidad en el mercado de trabajo, y, en otra, por el mayor nivel de competencia en algunos mercados, como el de los servicios.

-La retirada de los estímulos económicos, ¿al final no será contraproducente?

-Pero es que la eficacia de una parte de los estímulos ha sido bastante limitada. Los responsables de las políticas económicas deben plantear con claridad la situación de la economía porque ya hemos perdido mucho tiempo. Si los esfuerzos se plantean con un fin último claro y bien planteado, los ciudadanos los van a admitir porque somos lo suficientemente maduros como para asumir los problemas que tenemos.

-Como analista habrá sufrido como todos la acusación de no saber avistar la crisis...

-Desde hace bastante tiempo, aunque con poco éxito, veníamos predicando que este país necesitaba reformas estructurales. En las anteriores crisis los ajustes se hacían vía devaluación de la peseta, mecanismo que ya no tenemos. Todo planteamiento hecho desde 2002 apuntaba como condición básica esas reformas, pero caía en el desierto. Estábamos en plena burbuja especulativa y las reformas no se creían urgentes. Y entonces hubieran sido menos dolorosas que ahora, cuando, nos guste o no, son imprescindibles.

"Andalucía diverge, pero tiene mimbres para el futuro"

-¿Qué enseñanzas podemos extraer de Grecia?

-La principal, que la política de artificio contable y de engañarse a uno mismo no conduce a las soluciones. Si uno está enfermo y no hay diagnóstico claro, difícil acertar con la medicina. No tenemos la misma situación de Grecia, que suma un problema de liquidez y otro de solvencia. En España no hay problemas de solvencia.

-¿Cuántos años ha perdido Andalucía en la convergencia con España y la Unión Europea?

-No vamos a recuperar los niveles de 2008 hasta 2014. La convergencia se ha cortado y estamos divergiendo. Recuperarla dependerá de las políticas que apliquemos, teniendo en cuenta la posible pérdida de las ayudas estructurales en 2013, que sería un problema añadido. Sin embargo, creo que en Andalucía hay mimbres suficientes para esa convergencia. Tenemos una industria del ocio muy grande, una muy acreditada marca Andalucía, una muy fuerte industria agroalimentaria... Eso sí, el esfuerzo es de todos, no podemos confiar sólo en la Administración, tenemos que ser más emprendedores. El problema de Andalucía no es un problema de la Junta de Andalucía, sino de todos los andaluces.

-Dicen que hasta que no se abra en canal al sector financiero no saldremos de esta crisis.

-Aunque menos que en el resto del mundo, la crisis financiera también ha afectado a España, donde había una enorme concentración del riesgo en la rama inmobiliaria que generó una burbuja de precios, y este ajuste lo tiene que asumir el sector financiero. Además, desde los organismos internacionales se está requiriendo a las entidades mayores dotaciones de capital, que se agregan a sus problemas de financiación. Se debe afrontar con cierta urgencia su reconversión, y no sólo de las cajas de ahorros, para generar entidades más fuertes y potentes que den soluciones a esos problemas de capital y aporten recursos para el crecimiento económico.

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