El asesinato de tres españoles -dos guardia civiles y un traductor- el pasado miércoles en la base Qala e Naw ha reabierto en España el debate sobre la guerra de Afganistán: por su alto coste en vidas humanas y económico.
El valor de la participación de España en la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad afgana (ISAF) que dirige la OTAN en el país centroasiático asciende a un total de 1.500 millones de euros desde finales de 2002 -el presupuesto del Gobierno en 2010 para becas fue de 1.393,91 millones-, cuando se desplegaron los primeros efectivos españoles. Además, tras el triple crimen del miércoles, 93 españoles han perdido la vida en Afganistán.
Sólo el importe de la misión en 2009 ascendió a unos 365 millones de euros -similar al incremento en los Presupuestos de 2010 para el desarrollo de la Ley de Dependencia de 422 millones-, según datos a los que tuvo acceso Europa Press y que Defensa facilitó en respuesta a varias preguntas parlamentarias del diputado popular Ignacio Cosidó, quien, entre otras cuestiones, solicitó al Gobierno conocer el coste de la misión española en Afganistán, así como sus previsiones de gasto para 2010, dato que no adelantó Defensa.
Esta respuesta alcanza en este momento una gran relevancia después del clima político creado tras el último atentado. El líder de la oposición, Mariano Rajoy (PP), reclamó ayer al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, una explicación en las Cortes sobre "la situación actual en Afganistán, las perspectivas futuras del conflicto bélico y las implicaciones para la misión de nuestras tropas". También CiU cuestiona la misión y reclama "abrir de una vez por todas" este debate. E Izquierda Unida va más allá y exige directamente las retiradas de las tropas.
El Gobierno reconoce que la misión en Afganistán "es la más dura, compleja y arriesgada" en la que ha participado España en el exterior y admite que la violencia en Afganistán creció en 2009, "tanto en forma de atentados terroristas indiscriminados, como de acciones de hostigamiento de diversa índole", así como por la presencia de "grupos criminales" vinculados al narcotráfico o al bandolerismo y la extorsión, aunque deja claro que "en la región donde se encuentran las tropas españolas ese incremento fue mucho menor". Pero la violencia no sólo creció en 2009. El mes de junio de 2010 fue el más sangriento para las tropas extranjeras desde el inicio de la invasión y la única ocasión en la que se produjeron más de 100 muertos mensuales (102) entre las tropas extranjeras.
España tiene desplegados actualmente en Afganistán un total de 1.470 efectivos en el marco de la ISAF, sin contar con los 132 ingenieros militares que están terminando de construir la nueva base española en Qala e Naw, capital provincial de Badghis, en el oeste del país. El contingente español está desplegado principalmente en Qala e Naw (875 militares); en Herat (353 efectivos), capital de la provincia del mismo nombre, también ubicada en el oeste del país, donde el Gobierno cuenta con una Base de Apoyo Avanzado, y tiene otros 38 efectivos en el cuartel general de ISAF en Kabul.
