"Es normal que arrime el hombro" en las próximas elecciones municipales. Una frase como esa en boca de Rosa Aguilar, actual consejera de Obras Públicas y Vivienda y ex alcaldesa de Córdoba, es capaz de armar un revuelo político importante. No es nuevo, Aguilar dejó muy claro desde que desembarcó como estrella independiente en el Gobierno de José Antonio Griñán que formaba parte de un proyecto en el que iba a estar totalmente implicada, pero la proximidad de las municipales y el tirón electoral que, según las encuestas, sigue teniendo la ex militante de IU, convierte en noticia todo lo relacionado con su futuro político.
Aguilar dijo ayer que le gustaría que "se normalizaran las cosas", recordó que forma parte de un Gobierno, señaló al socialista Juan Pablo Durán como "un magnífico candidato" para Córdoba y aclaró que el líder de los socialistas cordobeses y ella "trabajan en un mismo espacio", en torno a José Antonio Griñán. No es la primera vez que lo dice. En una entrevista a El Correo hace un año, recién aterrizada en el Gobierno en septiembre de 2009, se definió: "El PSOE ya sabe que cuenta conmigo para las municipales".
También dijo entonces que no pensaba afiliarse: "Considero compañeros y compañeras a todos los que están en el PSOE. No hace falta un carné para identificarte con un proyecto".Aguilar frecuenta actos políticos del PSOE, ha dado mítines en Cádiz o Granada, se le ha visto en el comité director del PSOE andaluz -el máximo órgano entre congresos- y hace gala de una gran cultura de partido. Ayer mismo inauguró el curso en un colegio en Córdoba y defendió la inversión educativa de la Junta. Es de las consejeras que se sienta con los alcaldes socialistas, a diferencia de otros consejeros, afiliados al PSOE pero nada acostumbrados a la vida orgánica.Ayer el dos del PSOE-A, Rafael Velasco, reiteró que no han pedido a Aguilar que se afilie y señaló que durante la campaña "será una más". El PP envió un comunicado asegurando que la consejera no puede hacer campaña en Córdoba porque "se fue por la puerta falsa". E IU, la formación que más tiene que perder y de la que salió en 2009 tras diez años en la Alcaldía y toda una vida de militancia comunista, dijo que "le da igual". Lo dicho, el futuro político de Aguilar no deja indiferente a nadie.
