Desarrollo rural, agricultura ecológica y desarrollo sostenible marcan el organigrama concebido por la consejera Clara Aguilera. Constituyen el reflejo de unas políticas menos agraristas y más orientadas a compatibilizar la diversificación económica del campo y apostar por las producciones verdes.
El Gobierno de José Antonio Griñán no se ha atrevido, como sí hiciera el de José Luis Rodríguez Zapatero, a unificar las competencias agrarias y de medio ambiente en un mismo departamento. Sin embargo, los cambios registrados en el organigrama de la Consejería de Agricultura y Pesca indican que su nueva titular, Clara Aguilera, piensa en verde.
En efecto, agricultura ecológica y desarrollo sostenible adquieren un especial protagonismo en una nueva etapa de enorme trascendencia en el agro regional, por cuanto la actual legislatura terminará justo con las negociaciones sobre el futuro de la Política Agraria Común (PAC) y el debate sobre el modelo de ayudas que recibirán los agricultores.
Así, Aguilera ha optado por elevar el color verde gestando la Secretaría General del Medio Rural y la Producción Ecológica, que sucede a la antigua Secretaría General de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural. El cambio de nombres no es baladí, nótese que en el tercer cargo más importante en la Consejería, tras los de la consejera y el viceconsejero y a la par que la Secretaría General Técnica, desaparecen los términos agricultura y ganadería y, en cambio, permanece la pujante estrategia del desarrollo rural, que va más allá de lo estrictamente agroganadero.
Además, y también en el ámbito de la compatibilidad de la actividad agraria y el entorno natural, se mantiene la Dirección General de Desarrollo Sostenible del Medio Rural, cuyas riendas asumió ayer Isabel Aguilera Gamero, hasta ahora concejal en la localidad malagueña de Ronda.
Sin embargo, pierde sus competencias de Regadíos y Estructuras Agrarias, que adquieren rango de Dirección General, con el objetivo de agilizar las obras de modernización de la agricultura de riego y que, sin duda, está vinculada a la asunción por parte de la Consejería de Medio Ambiente (a través de la Agencia Andaluza del Agua) de la gestión de las cuencas hidrográficas -la última, la del Guadalquivir- y, por ende, la decisión sobre los desembalses de recursos para el campo.
Esta nueva dirección, que también "dará soporte" administrativo al Instituto Andaluz de Reforma Agraria, es asumida por Mar Remón Menéndez, ingeniera agrónoma y que hasta ahora coordinaba la Secretaría General de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.
Mientras, se suprime la Dirección General de Planificación y Análisis de Mercados, que estaba en manos de Rafael Martín, cuyos trabajos se distribuirán entre las dos secretarías generales, precisaron fuentes de la Consejería. Una de ellas, la General Técnica, se ha confiado a Isabel Liviano Peña, y la Dirección General de Pesca y Acuicultura, a Margarita Pérez Martín.
