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«Al hacer la Constitución nadie pensó en una huelga de jueces»

Es uno de los padres de la Carta Magna y asegura que los legisladores del 78 no previeron el actual debate sobre el derecho de huelga. Foto: J. R.

el 15 sep 2009 / 21:20 h.

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Es uno de los padres de la Carta Magna y asegura que los legisladores del 78 no previeron el actual debate sobre el derecho de huelga. Cree que el problema de la Justicia es el exceso de litigiosidad y no la falta de medios.

-¿Es legal la huelga con la que amenazan los jueces?

-A mí no me gustan las huelgas, en general. Me gustan menos las huelgas de los servicios públicos. Pero cuando no es un servicio público, sino que es un poder del Estado, una huelga me parece disparatada.

-Pero la Constitución no deja nada claro al respecto.

-Ésta no es una cuestión jurídica, es una cuestión de sensibilidad política. Cuando hicimos la Constitución nadie pensó que los jueces fueran a abusar del derecho de huelga. La mentalidad del legislador, desde luego, no contemplaba la huelga de los jueces. Pero, aparte de eso, un poder del Estado, lógicamente, no puede entrar en huelga. Eso no quiere decir que la Justicia no tenga serios problemas que creo que hay que abordar, que hay que resolver.

-¿Podría una huelga de jueces obstaculizar las elecciones gallegas y vascas?

-Confío en la prudencia de todos los implicados. Si en cualquier tipo de huelga se salvan los servicios esenciales, lógicamente una hipotética y a mi juicio impensable huelga judicial, no se podría llevar a tal extremo que se paralizase el funcionamiento del Estado.

-¿Cuál es el problema de la justicia española? ¿La falta de medios o que está politizada?

-Mire, yo creo que no. Y esto que digo no suele ser muy corriente decirlo, tal vez esté equivocado. Yo creo que no es cuestión de falta de medios, sino de exceso de litigiosidad en la sociedad española. Hay demasiado pleitista. Segundo, hay muchas tareas que se han encargado a la Justicia y no son suyas. Tercero, la Justicia no se ha politizado, se ha tendido a judicializarla.

Y cuarto y fundamental: Las leyes procesales españolas no son las adecuadas para una sociedad del siglo XXI. Son unos procedimientos larguísimos, sobrecargados de trámites. Una Justicia que tarda años en producir sus efectos no es Justicia. Y de eso no tienen la culpa los jueces ni los litigantes, tienen la culpa las leyes.

-Usted es uno de los padres de la Constitución española A sus 30 años, ¿está desfasada?

-No está nada desfasada, es muy elástica. Permite adaptarse a situaciones nuevas. Claro que es mejorable y claro que habrá que reformarla, pero hoy por hoy no se dan las condiciones de consenso social sobre los hilos políticos de la reforma ni las condiciones de acuerdo sobre las técnicas para llevar a cabo esa reforma. Creo que tocar la Constitución ahora no es una urgencia. Al contrario, creo que sería un error hacerlo.

-El Estatut tiene un recurso de inconstitucionalidad pendiente de ser resuelto por un Tribunal Constitucional sin renovar. ¿Qué futuro le augura?

-Lo que decida el Constitucional deberá ser acatado por todos, pero es un tema que deberían haber endosado a los políticos. No hay que sobrecargar al TC con cuestiones que tienen que resolver ellos.

-¿Por qué no se ha renovado el Constitucional?

-No se renueva porque los políticos no se ponen de acuerdo, porque en la propia sociedad está rigiendo la idea de que esos organismos tienen que repartirse por cuotas entre conservadores y progresistas, derechas e izquierdas, y eso es un error.

La cuestión es que, a mi entender, todos los magistrados que hasta ahora se han elegido son figuras relevantes y acertadas. Y sería mucho mejor que hubieran llegado ahí mediante grandes consensos que en virtud de cuotas.

-Rajoy y Zapatero prometieron que el órgano sería renovado pronto ¿Podemos confiar en los pactos de Estado?

-Está bien que haya un pacto de Estado, pero además debería cumplirse, claro. ¿Qué ha pasado con el CGPJ? Yo no conozco a la inmensa mayoría de sus miembros pero estoy seguro de su valía. Sin embargo, tal como se ha vendido a la opinión pública la configuración del Consejo, hace el efecto de que ha sido un acuerdo entre partidos por cuotas y eso no es bueno para su imagen.

-¿Son nuestros valores constitucionales, como el derecho a la vida o la libertad de asociación y prensa, exportables a otras partes del mundo como Oriente Próximo y Cuba?

-Ojalá los valores humanos universales se universalicen, pero creo que no hay que ser excesivamente ambicioso. Con que conservemos nuestros valores y los cultivemos aquí ya hacemos bastante.

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