Al menos 26 personas han muerto en Rusia en ataques racistas desde el comienzo de este año, lo que supone una cifra récord, denunció el centro analítico de defensa de los derechos humanos Sová.
Otras 71 personas resultaron heridas a manos de jóvenes ultras en el mismo período, cuando durante todo el inverno pasado hubo un total de 37 muertos en delitos de carácter xenófobo, según la fuente, citada por el diario digital Newsru.com.
El mayor número de delitos por este móvil se registró en Moscú, donde desde el 1 de enero pasado 18 personas han fallecido en ataques xenófobos. También ocupan puestos altos al respecto las ciudades de San Petersburgo (noroeste de Rusia) y Vorónezh (sur de la parte europea del país).
Según el centro Sová, este año sólo una investigación judicial de los delitos de carácter xenófobo condujo a una sentencia de prisión, cuando tres nacionalistas de la región siberiana de Altái fueron condenados a penas de cárcel por asesinatos y actos de gamberrismo.
El invierno pasado estuvo marcado por un notable incremento de la brutalidad de los ataques racistas y neonazis en comparación con el mismo período de 2006-2007, afirma el diario digital Polit.ru.
