El Estrecho guarda en sus aguas otros 18 sueños truncados, los de las al menos 18 personas que ayer desaparecieron, cerca de Tarifa, cuando intentaban llegar a la península en patera. Entre ellas, dicen los 22 supervivientes de la barcaza, habría "ocho o diez" bebés. El suyo es el segundo naufragio más grave, tras el de Rota de 2003.
Al cierre de esta edición no había rastro de los al menos 18 subsaharianos que viajaban en una lancha neumática junto con otros 22 compañeros de travesía que pudieron ser rescatados por Salvamento Marítimo. La cifra de desaparecidos puede crecer hasta los 30, ya que los testimonios de los supervivientes son muy contradictorios. Los trabajos de búsqueda se mantendrán activos todo el día de hoy, pero no hay esperanzas de encontrar supervivientes, reconocen desde la Subdelegación del Gobierno en Cádiz. Un avión, un helicóptero, una patrullera , un remolcador y un avión militar marroquí se mantienen vigilantes ante cualquier indicio.
El primer aviso de lo que estaba sucediendo se recibió a las 5.30 horas de ayer. El servicio de emergencias sanitarias 112 alertó a Salvamento Marítimo de una llamada recibida desde Sevilla que avisaba de que se había perdido el contacto con una barcaza que había partido desde Tánger (Marruecos) rumbo a tarifa (Cádiz). Los especialistas del Ministerio de Fomento comenzaron la búsqueda, con la complicación añadida de que nadie había avistado la patera y, por tanto, carecían de coordenadas de referencia. A la lancha Salvamar Alkaid y al helicóptero Helimer 209 se sumó una patrullera de la Guardia Civil y, tras casi cuatro horas de rastreo, se localizó la embarcación a unas diez millas al suroreste de Tarifa y cuatro al norte de Tánger.
Según fuentes de la Guardia Civil, los agentes encontraron a los 22 supervivientes -11 hombres y 11 mujeres, entre ellos, una embarazada- agarrados a la embarcación, que había volcado y se movía por culpa del poniente moderado. Se encontraban cansados y "extremadamente nerviosos" por el naufragio, pero su estado de salud era aceptable. Media hora duró su rescate. Tras ese tiempo, la barca de Salvamento Marítimo arrancó rumbo al puerto de Tarifa, donde llegaron una hora más tarde. Los inmigrantes relataron que la patera partió de Tánger con 40 personas y que las 18 restantes habían caído al mar tras un vuelco. Entre ellas, según confesaron a los voluntarios que los atendieron en tierra, puede haber varias mujeres -alguna embarazada- y "unos ocho o diez niños" menores de tres años.
La causa probable del vuelco es que la zodiac, minúscula para 40 personas, girara al no aguantar tanto peso. No parece que las condiciones meteorológicas complicaran la travesía -la Agencia Estatal de Meteorología constató ayer que en esa madrugada no hubo problemas en el Estrecho-, pero no se descarta un movimiento inesperado de un pasajero.
Una vez en tierra, dos de los tripulantes de la patera, un hombre y una mujer embarazada, tuvieron que ser llevados a un centro de salud. Ambos presentaban síntomas de hipotermia, pero su estado "no reviste gravedad".
El rescate se produjo en aguas jurisdiccionales de Marruecos, pero lo controló España en virtud de un acuerdo bilateral que prioriza su ayuda, por tener más y mejores medios que el país vecino.
Si se confirma la muerte de estos 18 subsaharianos, su naufragio se convertirá en el segundo más grave en aguas del Estrecho, tras la muerte de 37 inmigrantes frente a las costas de Rota (Cádiz) en octubre de 2003. Otros 21 -entre ellos nueve bebés- se ahogaron en julio pasado en la frontera entre Almería y Murcia.
Precisamente ayer, la Guardia Civil informó de que en los últimos dos días 140 personas han sido rescatadas en Almería cuando intentaban tomar tierra en ocho pateras. Entre ellas se encontraban cinco menores de edad y una mujer. Se trata de marroquíes que serán repatriados en 72 horas.
