Cultura

Almodóvar inicia con lluvia el rodaje de su última película en Compostela

El manchego se reencontró ayer con Antonio Banderas 21 años después de ‘Átame’ .

el 23 ago 2010 / 19:07 h.

El oscarizado Pedro Almodócvar comenzó ayer en Santiago de Compostela el rodaje de ‘La piel que habito’.

Su visita a Santiago de Compostela poco o nada tiene que ver con el Año Xacobeo. Pedro Almodóvar ha cambiado el cayado y el sombrero del peregrino por la claqueta y las cámaras. El oscarizado director manchego graba estos días en la tierra del apóstol las primeras escenas de su última película, La piel que habito, con el internacional Antonio Banderas, Elena Anaya, Marisa Paredes, Jan Cornet y Roberto Álamo, entre otros.

Su presencia en las calles compostelanas no ha pasado desapercibida. Vecinos y peregrinos se mostraban ayer sorprendidos y emocionados al toparse en pleno centro de la ciudad con el nutrido séquito de Almodóvar. Muchos hicieron un alto en el camino para descubrir los entresijos de una grabación cinematográfica.

La filmación de la cinta se inició ayer por la mañana en la capital gallega, y se prolongará durante once semanas en diferentes escenarios, como el Pazo da Oca (A Estrada, Pontevedra), Madrid y Toledo, en un cigarral a escasos kilómetros de la ciudad.

Abordado por los periodistas antes del inicio de los ensayos, Almodóvar reconoció que él y su equipo, algo más de medio centenar de personas, están "muy contentos" con el rodaje de La piel que habito, inspirada libremente en la novela Tarántula, del escritor francés de Thierry Jonquet. El libro relata la historia de un eminente cirujano plástico (el llamado doctor Ledgard) que, a partir de la muerte de su mujer en un accidente automovilístico, se interesa por la creación de una nueva piel con la que hubiera podido salvarla.

Pasadas las 10.35 horas, Almodóvar salió del instituto San Clemente, en el casco histórico de Compostela, y se dirigió hacia el set preparado para grabar una escena exterior con la actriz Susi Sánchez. Ataviada con un vestido violeta oscuro y negro confeccionado por la diseñadora belga Diane von Furstenberger, la intérprete valenciana escuchó atentamente las directrices de Almodóvar, y el equipo cinematográfico ordenó el comienzo de la filmación con los gritos de "¡Acción, figuración, acción!"

Las cámaras atrajeron a espontáneos, que, en su mayoría, se mostraron sorprendidos por el rodaje de Almodóvar, pues desconocían que estaba programada una grabación en la capital gallega, y decidieron aproximarse a las inmediaciones para presenciar la filmación: "Nos hemos sorprendido y hemos dicho: ‘¡Vamos para allá!, a ver si podemos sacar una fotillo'", explicaba una pareja procedente de Jaén, que había llegado a Compostela para pasar unos días de vacaciones.

Ser testigo de la organización de un rodaje cinematográfico, más que por ver en persona a Almodóvar, fue otro de los argumentos aportados por los caminantes para quedarse a disfrutar de la representación: "Estoy más emocionado por ver todo el montaje, el lío que tienen, y la complicación para rodar. Me parece complicadísimo con el tráfico, la gente, la lluvia", explicaban.

Las primeras tomas se grabaron con la actriz bajo un paraguas oscuro. Sin embargo, el director manchego consideró que el ambiente escenográfico era "más dramático sin paraguas", por lo que Sánchez pasó a sujetar el objeto con la mano.

Uno de los figurantes, Manuel Antón García, valoró la "gran experiencia" de participar en una película de Almodóvar, mientras que Elena Cajaraville, que ya había sido seleccionada como extra para anuncios publicitarios, señaló que grabar con el director manchego se lleva "bien".

Mientras se sucedían las escenas, los viandantes atendieron a las indicaciones de la organización, quien les solicitó no hacer fotografías para evitar que el ruido de los clicks de las cámaras se mezclasen con los sonidos de la película.

La colocación de un cartel con la inscripción de "paso cortado" alertaba a los conductores de restricciones viarias en la zona, y agentes de la Policía Local reorganizaban el tráfico con cortes y desvíos de circulación "en momentos puntuales", señaló a Efe uno de los guardias.

Tras una hora repitiendo el mismo cuadro, los montadores recogieron el material para trasladarlo al instituto de San Clemente y seguir rodando allí.

Este proyecto cinematográfico, que dispone de un presupuesto de diez millones de euros, supone el reencuentro de Antonio Banderas con Almodóvar 21 años después de Átame y 22 de Mujeres al borde de un ataque de nervios. El malagueño más internacional se unía por la tarde al rodaje, donde también volvía a coincidir con Marisa Paredes.

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