La candidata a la Secretaría General del PSOE, Carme Chacón, ayer en el acto oficial de presentación de su candidatura, arropada por simpatizantes y amigos, en la localidad almeriense de Olula del Río.
El poeta, novelista y político Álvaro Pombo (Santander, 1939) resultó anoche el ganador del PremioNadal 2012 por su novela El temblor del héroe, que había concurrido al certamen literario bajo el título Los amigos de Román, firmada con el seudónimo Jorge Bruno.Después de la tradicional velada literaria en la capital catalana, y tras fallarse el Premi de Prosa Josep Pla, el jurado del galardón de prosa más veterano del país, dotado con 18.000 euros, dio a conocer su veredicto. Pombo, al que se le cayó el premio al subir al estrado a recogerlo, se declaró "encantado y feliz". "Este PremioNadal es un poco la coronación de mi carrera, porque soy una persona muy mayor, la más vieja de esta sala", dijo bromeando. "Hace 65 años yo leía, teniendo 17, Nada, de CarmenLaforet, que ganó el Nadal en 1945, y me pareció la mejor novela del mundo. Vine a Barcelona en 1975 y fui derecho a calle Aribau a buscar el piso que aparecía en la obra, pero no hay ningún piso como el que contaba", se lamentó.
A sus 72 años, Pombo, que es colaborador y miembro de UPyD -se presentó en 2008 y en las pasadas elecciones alSenado por esta formación, y en noviembre se quedó fuera de la Cámara Alta por poco-, aprovechó esta anécdota para realizar una valoración sobre la situación actual: "Ahora estamos en una Nada más insustancial y más resbaladiza todavía que la que teníamos entonces, después de la guerra". De ahí, la importancia de cuidar los unos de los otros, el tema que aborda su obra. El temblor del héroe cuenta la historia de un profesor universitario de filosofía jubilado que está harto de que todo a su alrededor sean secretos y mentiras. De que a través de la manipulación se pueda conseguir cualquier cosa. Y de que el mundo sea cada vez más un lugar inhabitable para alguien que intenta ayudar a los demás. Según sus propias palabras, su novela "trata de la ética del cuidado, describiendo a personajes que descuidan a otros, y de las consecuencias de descuidar a la gente, que al final muere". "Porque nosotros somos la providencia divina, y si no cuidamos a las personas, el mundo se viene abajo", añadió.Pombo es licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid y un gran aficionado a la historia medieval y a la filosofía fenomenológica, así como a la investigación psicológica, algo de lo que hace gala en los habituales dilemas morales de sus personajes. Cuenta con numerosos galardones a sus espaldas. El Premio Nacional de la Crítica, por El metro de platino iridiado; el Nacional de Narrativa, por Donde las mujeres; del Herralde de Novela, por El héroe de las mansardas de Mansard; y el Planeta de 2006, por La fortuna de Matilda Turpin.
Hombre comprometido y activista, desde 1977 publicó una colección con varias historias cortas protagonizadas por personajes homosexuales -Relatos sobre la falta de substancia-, una tónica que ha continuado a lo largo de los años hasta una de sus últimas novelas, Contra natura, en la que dejaba entrever sus recelos hacia la frivolización imperante en el mundo gay.
Aunque al principio sus obras fueron más bien pesimistas, su narrativa dio un giro considerable a partir de la publicación de El metro de platino iridiado (1990), en la que empezó a ejercer lo que definió como "poética del Bien".
Pombo considera su narrativa psicología-ficción, por lo complejo de sus personajes (siempre abocados a dilemas morales) y sus reflexiones (a menudo, relacionadas con cuestiones filosóficas). Ingresó en 2004 en la Real Academia Española propuesto por Luis María Ansón, Luis Mateo Díez y Francisco Rico, ocupando el silllón j que dejó a su muerto Pedro Laín Entralgo. El escritor, que debutó en narrativa en 1977, cuando regresó de su exilio londinense, se mantuvo fiel a su editorial de siempre, Anagrama, hasta que ganó el Planeta, y había vuelto hacía apenas un par de años, de hecho, su última novela, La previa muerte del lugarteniente Aloof, la publicó en el sello que dirige Jorge Herralde, pero haber ganado el Nadal lo ha convertido también automáticamente en autor de Destino, por lo que ya serán tres los sellos bajo los que habrá publicado su muy musical y brutalmente honesta prosa.
