Perquis, Diego Costa y Amaya, en pleno lío.
Antonio Amaya ha revelado hoy la intrahistoria de su enfrentamiento con Diego Costa, que entre otras cosas provocó un amago de tangana al final del primer tiempo del Betis-Atlético de Copa. El jugador verdiblanco contó que el rival fue a darle las gracias por regalarle el 0-1, fruto de un malentendido entre el defensa y Casto, aunque Amaya también ha aclarado que el principal culpable de ese lance fue él.El zaguero del Betis, en unas interesantísimas declaraciones a la Cope, ha sido muy tajante. "Diego Costa fue muy agradecido y me dijo que gracias por haberle regalado el gol. Hay que tener la sangre muy fría para no irte hacia él. Si no me agarran, lo mato.Eso dice mucho de él como persona porque no tiene corazón. Fallará mil ocasiones y jamás se me ocurriría decirle eso a un contrario, es una falta de respeto. Él marca por una falta de entendimiento y tiene la poca vergüenza de decir eso. Quitando eso, es un gran jugador y uno de los delanteros más en forma", relató Amaya.
El central bético también ha reconocido que estuvo más pendiente de la cuenta de Diego Costa y reconoció que intentó provocar su expulsión. "Es un jugador bravo, vemos que se pega con los centrales, y a mí sólo hay que tocarme las palmas para que me caliente como una moto. Es un delantero muy bueno, pero le fallan cosas que hace dentro del campo. Es un delantero al que si le entras fuerte, te entra fuerte, sabemos que se puede calentar, buscarse una amarilla pronto. Él se lo tomó como que íbamos a por él, pero es él quien lo inició todo, encarándose con Perquis desde el comienzo. Es verdad que yo estaba más pendiente de que viniera. Yo nada más que quería balones divididos con él, pero son lances del partido, uno está caliente en esos momentos y todo queda ahí", explicó.
En cuanto a la acción del 0-1, Amaya casi se declaró culpable para exculpar a Casto. "Él me grita pero yo no lo escucho. Es más culpa mía, porque él viene de cara y grita. Es un malentendido y ya está. Nos mató ese gol", dijo Amaya, que añadió: "Casto lleva menos ritmo de competición que yo, por eso me culpo más. Tengo más partidos y confianza, tenía que haber estado más avispado, haberme cruzado... mil cosas más. Un fallo de esos le afecta más a él que a mí", admitió.
