An Ándalis y Cantely son, con permiso de la UD Tomares de Juanmi Pérez, los dos equipos revelación en Primera Provincial Juvenil, una categoría en la que se repitieron episodios de violencia durante el fin de semana. El más grave sucedió en la Barriada de Lepanto, en Mairena del Aljarafe, donde el colegiado fue agredido por un aficionado. En el grupo I, el único conjunto capaz de firmar pleno ha sido el An Ándalis, que doblegó en Amate al Puebla de Cazalla (2-1), que perdió su condición de invicto. Los capitalinos firmaron una sensacional segunda mitad y, guiados por un ingobernable Fran, autor de dos goles, y Alberto, felino bajo palos, se impusieron a un rival que al descanso administraba un valiosísimo 0-1, obra de Sergio. Los verdes conservan una ventaja de dos puntos sobre un pelotón de cinco equipos, Mosquito, Centro Histórico, Tinte de Utrera, Andalucía Este y Écija. De todos ellos, el que obtuvo un triunfo más solvente fue el Mosquito de Juan Luis Toledo, sensacional en Marchena ante el plantel anfitrión (0-4). Idéntico registro pero ejerciendo de local firmó el Écija Balompié, liderado por un excelente Ramón Pradas, que rubricó un triplete. Los azulinos se impusieron al Santa María moronense (4-0). También vencieron ante su afición el Tinte de Utrera, al que el Alcalá cuestionó su hegemonía (3-2), y el Andalucía Este, superior al joven Utrera B (2-0), que malogró un penalti. El Centro Histórico, por su parte, firmó un plácido partido en Los Mares (0-3). Y en el grupo II, los actos de violencia empañaron una jornada de alto voltaje. Tomares y Puebla dirimieron el choque de mayor intensidad y que se resolvió de forma prematura después de una tángana provocada por la invasión de campo de varios espectadores que recriminaron a un jugador visitante una dura entrada. Hasta entonces, los locales, líderes, vencían a un rocoso rival (4-3). Y en la Barriada de Lepanto, el colegiado del Atlético Libertad-Algabeño fue agredido. Tras el incidente varios hinchas accedieron al terreno de juego y continuaron con las trifulcas hasta la suspensión final.
