La cabeza de lista por el Partido Andalucista (PA) al Parlamento Europeo, Pilar Távora, concluyó ayer su periplo por las provincias andaluzas con un mitin en la sevillana plaza de San Lorenzo. Pero horas antes, como lo ha venido realizando durante toda la campaña electoral, estuvo en la calle conociendo de primera mano las necesidades de los ciudadanos. Ayer se reunió con la Red Andaluza de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN-A), con la que se comprometió a defender el decálogo presentado por esta organización que reclama una política transversal, que Europa se marque como prioridades la reducción de la pobreza, la integración social y laboral de los grupos en riesgo de exclusión y que las políticas económicas no generen pobreza ni más desigualdades.
Távora respaldó estas propuestas y se comprometió a luchar para que Andalucía deje de ser la región más pobre de Europa. Reclamó que para que esto sea posible es necesario que se ponga en marcha un plan de empleo urgente, se implante la renta básica y se actúe para evitar que «la gente» se quede sin vivienda por los impagos de las hipotecas a causa de la crisis.
Animó a los ciudadanos a votar «para que Andalucía tenga su voz en Europa», ya que de ella dependen aspectos tan importantes como «la economía, la agricultura, la pesca, la ganadería o la cultura, puesto que es de donde vienen los fondos para generar empleo». A los indecisos, les pidió que acudan a las urnas, «porque la abstención beneficia al bipartidismo».
También defendió la idea de que las ayudas europeas se repartan beneficiando a las regiones más desfavorecidas, como Andalucía, donde, insistió, es necesario actuar con celeridad para evitar que sigan creciendo las desigualdades.
Távora se lamentó de que a causa de la falta de empleo y de oportunidades Andalucía se haya vuelto a convertir en una región de emigrantes, de donde ya ha se han ido unos «200.000 andaluces, 40.000 al año, en busca de trabajo. Son personas que van buscando la comida». Por ello, la cabeza de lista por el PA reclamó una política más social, al tiempo que censuró los recortes que se están realizando en servicios básicos con el único pretexto de controlar el gasto.
En este sentido, criticó que en una de las pocas cosas que se han puesto de acuerdo los dos grandes partidos españoles, el PSOE y el PP, haya sido en modificar el artículo 135 de la Constitución con la excusa de «garantizar el pago de la deuda».
Távora propuso la puesta en marcha de una política más acorde con las necesidades de los ciudadanos, más social, y para ello manifestó que es imprescindible que los políticos sean más transparentes y más cercanos, que escuchen la voz de la gente de la calle, para conocer realmente qué necesidades tienen y así poder aportar las soluciones más idóneas.
