El bailaor español Antonio Canales peregrinó hoy de rodillas a la Basílica de la Virgen de Guadalupe en agradecimiento porque un familiar superó un cáncer, confesó el artista a la prensa en la capital mexicana.
"Hoy fui a la basílica, tenía una promesa muy grande con el santuario de Guadalupe, porque tenía una persona muy malita de cáncer y se recuperó. Entonces fui y le dejé un zapato (del enfermo) a los pies de la virgen", dijo a Efe Canales.
"Siempre que estoy en México voy a la basílica, y esta vez con más ganas, se lo prometí. Mi sobrina, hija de mi hermana, tenía un tumor y no podía mover medio cuerpo y ya camina, así que cumplí mi deuda de rodillas con la Guadalupe, que es la virgen más bonita", añadió.
El bailaor confesó haber llorado al ver a la llamada "Virgen Morena" y explicó que hacía cuatro años que no se acercaba a la basílica.
Canales está en Ciudad México para realizar algunas actuaciones y esta noche acudirá a un espectáculo de su colega Falete, quien también se encuentra en el país.
El bailaor expresó, asimismo, su cariño por México, país que ha visitado en 21 ocasiones desde 1981, cuando llegó para presentarse por primera vez.
España y México -agregó- son como "mi madre y mi padre".
Dijo que lo que más le gusta de su carrera es que la gente del pueblo disfrute de lo que hace, pues el flamenco se siente desde el fondo, desde las entrañas, y el público lo sabe, aseguró.
Por ello -precisó- más que la fama mediática, le gusta ser popular, "ser amado por el pueblo".
"La fama devora, te marca, nunca me ha interesado ser famoso", concluyó.
