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Aparecen vivos después de 20 días perdidos en el mar

Los dos tripulantes de la embarcación desaparecida a mediados de marzo en una travesía de Cádiz a Canarias fueron encontrados ayer a 160 millas de Tenerife. Llevaban ocho días sin beber agua.

el 15 sep 2009 / 02:44 h.

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Los dos tripulantes de la embarcación desaparecida a mediados de marzo en una travesía de Cádiz a Canarias fueron encontrados ayer a 160 millas de Tenerife. Pese a que llevaban ocho días sin beber agua, se encuentran bien. Su desaparición fue denunciada por el hijo del dueño del barco después de perder el contacto por el teléfono móvil.

Los desaparecidos, ambos canarios, son el dueño del barco, de 61 años y residente en el municipio de Arucas, y el capitán de navío C.H.M., que reside en Agaete. El barco de recreo para pesca, el Saulo, fue hallado por un buque mercante cuando navegaba al sur de Punta de Rasca, en Tenerife, que alertó a Salvamento Marítimo. Ayer, al cierre de esta edición, los dos tripulantes estaban a la espera de su traslado y permanecían a bordo del barco que les rescató, ya que estaban a una distancia a la que no podía llegar un helicóptero de Salvamento Marítimo.

Por este motivo, Capitanía Marítima de Tenerife dio instrucciones al mercante para que partiera rumbo a Tenerife, mientras determinaba cómo se llevaría a cabo finalmente la evacuación.

La desaparición de los dos tripulantes fue denunciada a la Policía Judicial de Las Palmas por el hijo del propietario del barco, después de que perdiera la comunicación a través del teléfono móvil el pasado día 13.

El Saulo repostó combustible en el puerto de Barbate el pasado día 11 de marzo. Anteriormente, el día 3 de marzo, la Guardia Civil lo halló varado en la playa de Zahara de los Atunes, a tres millas del puerto gaditano de Barbate, y comprobó que carecía de requisitos y de autorización para efectuar la travesía al Archipiélago.

Hipótesis. El propietario de la embarcación y el capitán se encontraron en Barbate para efectuar la travesía, según constó en la denuncia de desaparición, en la que también se señaló que en la última llamada a su móvil se escucharon palabras en árabe, por lo que la familia llegó a pensar que se trataba de un secuestro. A partir de ese día no se tuvo ninguna noticia de la embarcación, que fue adquirida por J.Q.V. en Alicante.

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