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Arenas evidencia que la oposición desgasta más que el poder

La segunda entrega de la encuesta realizada por el Grupo Estio y el Centro Andaluz de Prospectiva que publica hoy este periódico arroja resultados muy llamativos en torno a tres figuras relevantes de la política andaluza de estas dos últimas décadas: Manuel Chaves, Javier Arenas y Rosa Aguilar...

el 16 sep 2009 / 04:35 h.

La segunda entrega de la encuesta realizada por el Grupo Estio y el Centro Andaluz de Prospectiva que publica hoy este periódico arroja resultados muy llamativos en torno a tres figuras relevantes de la política andaluza de estas dos últimas décadas: Manuel Chaves, Javier Arenas y Rosa Aguilar.

El resultado es satisfactorio para los intereses del secretario regional del PSOE andaluz: no hay aristas gruesas ni detalles polémicos que hayan deteriorado su imagen ante la ciudadanía. De hecho, cuando se le pregunta a los entrevistados por el recuerdo que deja el ya ex presidente, se asocia su perfil con el legado de grandes obras de infraestructura que han transformado el paisaje de la comunidad estos últimos 20 años.

¿Qué es entonces lo que se puede incluir en el debe de Manuel Chaves? pues su propia permanencia en el cargo. El sondeo refleja lo que ya otras encuestas y hasta la propia percepción particular de la mayoría detectaba: casi dos décadas de presidencia es "demasiado tiempo" para estar en un cargo, un dato que aclara por qué más del 50% de quienes han sido entrevistados considera acertado el relevo en la Junta.

Pero el desgaste no es patrimonio de quienes ostentan el poder. Es más, se detecta con consistencia en quienes se han pasado el mismo tiempo buscando sin éxito la Presidencia de la Junta. De otro modo no se puede entender que más de la mitad de los votantes del PP (un 55,2%) piense que Javier Arenas tiene que dejar de ser candidato del PP en las elecciones autonómicas, una proporción que es aún mayor si se toma como referencia el cómputo general, pues se incrementa hasta el 58.6% de los entrevistados. La reflexión no admite muchos matices: es un signo manifiesto del estancamiento del Partido Popular en Andalucía, que tiene como líder a un político que es su mayor activo pero que también es una rémora para dar esa vuelta de tuerca electoral que les permitiría llegar a San Telmo.

El sondeo recoge otro incremento más de apoyo al PP, que recorta 1,6 puntos sobre el PSOE. Pero los mismos populares saben que este crecimiento, propiciado por el hundimiento del voto andalucista, no les alcanza más que para seguir como segundo partido de la comunidad.

La conclusión es muy negativa para sus intereses: ni el desplome financiero, ni la masiva destrucción de empleo ni el relevo de Manuel Chaves por José Antonio Griñán les permiten convertirse en una alternativa seria a la hegemonía del PSOE en la región. Una situación que han aclarado los resultados de las europeas, sobre todo en provincias como Sevilla y Huelva, que se erigen como verdaderos agujeros negros en el mapa del partido conservador.

Izquierda Unida también atraviesa momentos delicados. Pierde apoyos porcentuales en la encuesta, pero sobre todo observa con preocupación que un 57% de sus electores apoya que Rosa Aguilar haya dejado la federación de izquierdas y la Alcaldía de Córdoba para irse al nuevo Gobierno de Griñán. Los sondeados entienden en buena parte su marcha, lo que da una idea del grado de desilusión y de alejamiento de la ciudadanía que se respira en la organización que coordina en Andalucía el onubense Diego Valderas.

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