Al PP Andaluz le costó digerir la derrota. Sus líderes definieron durante horas las líneas básicas de su discurso para justificar la tercera derrota de Javier Arenas en unos comicios autonómicos. Los resultados fueron mejores que los de 2004, pero sin llegar al ajustado resultado logrado en 2000.
El PP andaluz se aferró a la única lectura positiva posible: los resultados en la comunidad autónoma, tanto en los comicios generales como en los andaluces, fueron mejores que hace cuatro años. Se reforzó la presencia del partido en provincias como Sevilla, Cádiz y Málaga. Y Arenas logró que Almería, circunscripción por la que concurría como candidato, fuese la única provincia donde los socialistas salieron derrotados. Como ya ocurrió en las elecciones municipales, especialmente en ciudades como Sevilla, el ascenso del PP se apoyó, en parte, en un trasvase de votos de los andalucistas.
Arenas eludió la autocrítica. Su portavoz parlamentario, Antonio Sanz, ya advirtió, a primera hora de la noche, de que la estrategia era restar importancia a la nueva derrota y destacar todos los aspectos positivos que puedan dejar estas elecciones, que mantienen a los populares de nuevo en la oposición.
Y dejan a su candidato en la difícil tesitura de tener que justificar su tercera derrota ante Manuel Chaves. Los populares optaron por esperar y escuchar los argumentos de Mariano Rajoy.
Arenas ya había advertido de que se quedaría en la oposición. Y ayer, los dirigentes de su partido eludieron hablar de renovación. Esgrimieron con optimismo los avances en algunas provincias, a costa de los andalucistas y obviaron argumentar los motivos de una nueva mayoría absoluta del candidato socialista, Manuel Chaves en el Gobierno autonómico.
El PP optó por retrasar al máximo las comparecencias. Hasta tener todos los datos encima de la mesa. En una desangelada y derrotada sede, poco a poco se sumaron dirigentes al equipo de estrategas, conformado por Ricardo Tarno, Javier Arenas y Antonio Sanz. A lo largo de la noche se acercaron a la calle San Fernando los cabezas de lista por Sevilla al Congreso, Soledad Becerril, y al Parlamento andaluz, Juan Ignacio Zoido, así como otras candidatas a la Cámara autonómica como Alicia Martínez. Rostros serios, pero no decepcionados. La derrota del partido había sido en toda España y Andalucía había resistido más que otras regiones el empuje de los socialistas en estos comicios.
Los primeros en esbozar el argumentario del PP tras la noche electoral fueron los dos candidatos por Sevilla. Soledad Becerril, número uno en la lista al Congreso, destacó el crecimiento experimentado por la formación, pero admitió que "aún falta" mucho para mejorar en la circunscipción provincial. El quinto diputado está lejos.
"Hemos crecido en Sevilla, donde hemos ganado un diputado y en el resto de provincias de la comunidad autónoma. Tenemos un proyecto ilusionante que ha tenido un importante respaldo de los ciudadanos. Somos los únicos que hemos crecido", indicó el cabeza de lista autonómico Juan Ignacio Zoido.
