Un proyecto de casa de hermandad nada ostentoso, asequible para la economía de la hermandad y que respeta al máximo el protagonismo del santuario. Los hermanos de Los Gitanos, reunidos en cabildo general extraordinario, eligieron anoche por mayoría absoluta el proyecto del arquitecto sevillano Luis Javier Guajardo-Fajardo para su nueva casa de hermandad, que se levantará en una franja de terreno aledaña al templo que fue cedida en su día a la hermandad por el Ayuntamiento de Sevilla.
El de Luis Javier Guajardo-Fajardo fue uno de los cuatro proyectos finalistas seleccionados para este trascendental cabildo de los cerca de 60 presentados al concurso de ideas abierto por la hermandad en su día.
Para abordar la primera fase de ejecuciín de la obra los hermanos aprobaron anoche la solicitud de un préstamo hipotecario por valor de 700.000 euros amortizables en 25 años. Según se explicó en el cabildo, la hermandad hará frente a este préstamo con el presupuesto ordinario actual, con cargo principalmente a la partida que anualmente se destina a compra de patrimonio (cuyo cuantía asciende a unos 60.000 euros) y con el compromiso de no reducir en ningún caso el dinero destinado a atender las necesidades de la Bolsa de Caridad.
La propuesta ganadora establece una clara relación de subordinación entre la nueva edificación y el templo, a la vez que propone una serie de medidas destinadas a potenciar el protagonismo del santuario. Así en relación al exterior del edificio, plantea el retranqueo de la nueva edificación respecto de fachada del santuario, la reducción de la superficie construida en la última planta, así como el empleo en la composición de la nueva edificación, de los materiales y texturas del templo. Por lo que respecta al interior propone contener la modulación de los espacios, proponiéndose como lugar referencial y simbólico -único en doble altura- la exposición de pasos, cuya percepción también se hace posible desde el templo, a modo de capilla lateral.
En cuanto al funcionamiento de la casa de hermandad, se propone la distribución de espacios en torno a dos núcleos verticales de comunicación, uno de carácter más institucional, destinado a acoger dependencias a las que potencialmente acudirá un público que no necesariamente pertenece a la hermandad,y otro de carácter más interno, asociado a las labores cotidianas de la corporación, ambos núcleos cuentan con acceso directo e independiente desde el exterior y llevan asociados los correspondientes aseos.
La relación entre estos núcleos se articula en la planta primera a través de una galería volcada sobre la exposición de pasos, mientras que en la planta ático se funden en un espacio diáfano y transparente, con terrazas en sus extremos, apto para acoger actividades múltiples y la cafetería.
La hermandad prevé que serán necesarios al menos unos ocho meses de trabajos previos al inicio de la obra para la obtención de los correspondientes permisos y otros diez meses para la ejecución material de la primera fase del proyecto, con lo que para la primavera de 2014 la nueva casa de hermandad de Los Gitanos podría ser una realidad.
