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Aznar acusa al PSOE de querer "destruir" el Estado autonómico

El PP saca músculo en Sevilla y sitúa a Andalucía como «palanca del cambio»

el 21 ene 2011 / 12:44 h.

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El arranque de la convención nacional del PP en Sevilla fue una exhibición de fuerza de un partido que ya se ve a las puertas del poder. Los populares sacaron músculo -reunirán a 3.000 personas desde ayer y hasta el domingo- y se presentaron como los únicos capaces de remontar la crisis.

 

El evento es todo un espaldarazo al trabajo de Javier Arenas en el PP-A y a la candidatura de Juan Ignacio Zoido en el ayuntamiento de la capital. Están convencidos de que la historia se repetirá: hace 21 años, también en Sevilla, José María Aznar tomó las riendas del PP en un congreso que colocó al partido en el centro político y que le abrió paso a la Moncloa. Ahora confían en que el cambio emane de esta cita en la capital andaluza. "Tras el congreso de 1990 nos convertimos en los mejores gobernantes y eso pasará también hoy", dijo Arenas.

Aznar fue ayer el más esperado y ovacionado. Todos recordaron sus logros económicos y lo pusieron de ejemplo de buen gobierno. Había mucha expectación en escuchar su discurso de inauguración del cónclave, sobre todo después de que hace una semana desatara la polémica al afirmar que España es un "país intervenido" y que el modelo autonómico es "inviable". El ex presidente del Gobierno no esquivó el debate que está ahora de más actualidad -su partido abrió el melón y el Gobierno se sumó después-, pero fue más comedido. Atribuyó al PP una defensa férrea del Estado de las Autonomías y dijo que esa postura dará al partido muchos votos. En el otro extremo situó a los socialistas, culpables a su juicio de "llevar el modelo al borde del precipicio". Aznar, que apeló a la unidad de España, reprochó al Ejecutivo de Zapatero que esté haciendo "todo lo posible por destruir" el equilibrio territorial porque gobierna "en función de los territorios y divide a los españoles". Eso sí, insistió en que el modelo, tras 30 años, debe hacerse "más racional y sostenible para ser viable".

Justo antes de que hablara Aznar, la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, fue más allá sobre este asunto: "Para hacer viable el Estado autonómico hay que racionalizarlo y simplificarlo", sentenció. Garantizó el "compromiso" de su partido con el modelo pero apostó por cambiarlo para despojarlo de lo que, según ella, le sobra: "organismos redundantes, selva regulatoria y fronteras invisibles en el país que lastran la competitividad". Todo ello -añadió- va "en contra de la eficacia y la eficiencia". La definición del modelo autonómico centrará el resto de la convención. La propuesta de los populares imita el modelo alemán y consiste en fijar por ley un techo de gasto de las comunidades y reducir el Estado autonómico sin tocar la Constitución y sin que esto implique recuperar competencias. El Ejecutivo coincide en que hay que poner coto a los excesos de las regiones y corregir "desequilibrios" del modelo, pero socialistas y populares, pese a estar de acuerdo en la música del asunto, se acusan de querer dinamitarlo.

A cuatro meses para la cita en las urnas, el PP, que está en plena campaña, se esforzó ayer en enumerar el "saldo" horribilis de los gobiernos socialistas: que hayan "dilapidado la buena herencia" que dejó el PP, sus "mentiras al negar la crisis" y la "improvisación diaria".

El peso de Andalucía. La elección de Sevilla para celebrar la convención no es casual. Fuentes populares aseguran que el presidente del partido, Mariano Rajoy, nunca dudó del lugar porque sabe que para llegar a la Moncloa debe volcarse en Andalucía, la comunidad más poblada (ocho millones de personas). Tampoco nadie cuestiona el poder del líder del PP-A, Javier Arenas, en Génova, desde su cargo de vicesecretario territorial que ganó a pulso al convertirse en el principal valedor de Rajoy cuando muchos cuestionaban su liderazgo. Desde entonces, su jefe cada vez que puede le devuelve el gesto, ahora más con más razón, cuando el PP de Arenas está más cerca que nunca de gobernar en Andalucía. "Tiene mucho mérito volver a su tierra después de haber sido ministro varias veces", reconoció Rajoy. El trabajo de estos años da ahora sus frutos: por primera vez las encuestas otorgan al PP-A la mayoría absoluta.

En el partido están convencidos de que Andalucía será "la palanca del cambio político en todo el país" y que la alternancia es ya irreversible. "Hoy los andaluces sólo tienen miedo de que siga gobernando el PSOE", manifestó el secretario general del PP-A, Antonio Sanz. Pero para gobernar, los populares deben armar un programa convincente de cara a los comicios y eso es lo que se espera de la cumbre de este fin de semana. Será una oportunidad para dotar de contenido concreto algunas propuestas que hasta ahora, tal y como critica el PSOE, han sido solo anuncios.


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