Menú
Cultura

Bailando en las alturas

Popularizado por el Circo del Sol, la danza aérea es una modalidad que comienza a ganar adeptos gracias a talleres y cursos específicos.

el 01 mar 2014 / 23:25 h.

TAGS:

Sevilla 15/02/2014 taller de danza aeÃÅrea sobre telasFOTO: Pepo HerreraLa cantante islandesa Björk bailó en la oscuridad, John Travolta lo hizo con fiebre un sábado noche y Gene Kelly bailó y hasta cantó bajo la lluvia. Pero pocos son los que se han atrevido a hacerlo en las alturas, suspendidos en el aire. Ha sido el Circo del Sol la compañía que, de alguna manera, ha popularizado la danza aérea sobre telas, nombre de una modalidad que, en otros países hace furor entre aficionados de toda condición, y que, en Sevilla, comienza a adentrarse en salas y gimnasios tímidamente. La compañía de El Puerto de Santa María Efesto Teatro se ha propuesto que los aspirantes pierdan el miedo a las alturas convocando cuatro cursos intensivos en la Sala Espacio Vacío (situada en uno de los bohemios corralones –el número 22– de El Pelícano) hasta el próximo mayo.

«Trepar por una tela, mantener el equilibro, liberar tensiones, desarrollar la creatividad, la conciencia espacial y corporal y descubrir los límites del propio cuerpo» son, a juicio del director y docente de la compañía, Sergio Suárez, algunas de las claves que acaban aprendiendo los alumnos de una práctica que conoció uno de sus máximos hitos creativos en la Expo de Zaragoza de 2008. Allí, la compañía argentina De la Guarda escenificó Hombre vertiente, un montaje que dispuso de un espacio escénico con una altura de 15 metros por donde los protagonistas bailaron, volaron y treparon por las paredes.

De antemano, Suárez explica que «cualquier persona» puede subirse a las telas. Da igual la edad y la condición física, otra cosa será lo lejos que se llegue en la aventura. «Mediante el control del peso, el equilibrio y la fuerza del cuerpo, además de la intensidad muscular y la resistencia, es posible crear partituras de movimientos coreográficos con la idea de conseguir un ‘vuelo humano’ ligero, agraciado y enérgico al mismo tiempo», explica el máximo responsable de que las primeras miradas de temor y hasta pánico a las telas que brotan del techo se reconviertan en placer por encaramarse con gracejo a ellas.

«Esta práctica tiene una relación muy cercana con las técnicas del circo, la danza contemporánea y el estudio del movimiento», explica la directora del grupo panameño La Tribu Performance Eleonora Dall’Asta, que en estos momentos planea su primera comparecencia en España comenzando por Sevilla, donde también aterrizarían con talleres y un espectáculo que viene a demostrar que, aunque en pequeño formato, el Circo del Sol no es el único grupo capaz de crear ciencia-ficción en el aire.

Dall’Asta considera esta modalidad de danza como «una de las más hermosas y estilizadas que existen» pero es que, además, repercute en quien la práctica con beneficios que trascienden lo puramente estético:«En el caso de los niños, por ejemplo, los ayuda a perder el miedo; y en los adultos la seguridad corporal que transmite es luego aplicable y percibible en muchos otros momentos de la vida», explica.

Recuerda Ana Martín que cuando vio Quidam de el Circo del Sol en 1996 el impacto que le produjeron los múltiples números de danza aérea que en él se observan la dejaron marcada, «crearon en mí una huella, yo no me dedico a nada artístico, pero sabía que alguna vez tenía que probar aquello, que intentar al menos conseguir un par de posturas bonitas subida a unas telas». Han pasado 18 años y ha llegado el momento. Gracias a los talleres de tres días de Efesto Teatro el próximo 14 de marzo se quitará esa espinita.

Otros ya se la han sacado. Como Jaime González, que recientemente acudió a Málaga para probar una experiencia que, tan a poco le supo, que está dispuesto a sumarse a las sesiones que en estos meses se llevan a cabo en El Pelícano. «Cuando comienzas a sentir que la tela no te domina, si no que eres tú quien la controla a ella, la sensación es similar a cuando, como escalador, consigues llegar a lo más alto de una gran montaña», opina. Sólo que aquí casi no te has movido del sitio.

Alrededor de 200 personas han pasado por los consejos de Sergio Suárez. «Algo tendrá cuando es capaz de conquistar a tanta gente», sugiere. ¿Yluego qué? «Luego sólo tienes que hacer un hueco en tu casa para poder practicar. Hay quien hace yoga, quien opta por la risoterapia o quien prefiere tomar clases de danza del vientre. La tela, convertida casi en un objeto mágico, en un elemento de culto, es otra opción, sentirla por el cuerpo, controlarla, domarla y conseguir ser feliz en ella», dice otra maestra, Elena Herráiz, en pleno éxtasis místico.

  • 1