El pasado 1 de agosto, cuando compareció para rendir cuentas sobre la financiación en el PP, Mariano Rajoy dijo esto: Cuando yo llegué a presidente del Gobierno, Bárcenas ya no estaba en el partido. Sin embargo, nuevas pruebas contradicen radicalmente el relato del jefe del Ejecutivo. El Mundo publicó la nómina devengada por el extesorero de los conservadores en mayo del 2012, varios meses después de que Rajoy llegara a la Moncloa. Según este documento, que también desmiente la versión oficial de que había recibido una indemnización en diferido, Bárcenas, ahora en la cárcel, disfrutó de un contrato laboral con un salario de 255.600 euros anuales. Percibía 14 pagas de 18.297 euros, con sus correspondientes retenciones, y fue dado de alta en la Seguridad Social el 16 de abril del 2010.
Ante esta revelación, los socialistas exigieron al PP que digan toda la verdad sobre el extesorero, mientras que UPD volvió a pedir la dimisión de Rajoy e IU sostuvo que la nómina demostraba que Bárcenas era solo uno más de la trama.
El secretario de Relaciones Institucionales de los socialistas, Antonio Hernando, este caso, que comenzó siendo Gürtel, luego Bárcenas y luego PP, ahora es el caso Rajoy y sus mentiras. Las patas de las mentiras del Partido Popular cada vez son más pequeñas y la indignación de los españoles cada vez es más grande, apunta Hernando.
Según el PSOE, el PP, con Rajoy y Cospedal a la cabeza, no puede ocultarse más tiempo detrás de falsedades y frases sin sentido, como el famoso monólogo de Cospedal sobre indemnizaciones en diferido, en febrero de este mismo año, porque el daño que están causando a la credibilidad y honorabilidad del país acabará pasando factura a España y los españoles.
DECLARACIÓN ANTE RUZ El juez Pablo Ruz vuelve hoy a la Audiencia Nacional tras diez días de vacaciones y lo hace con el interrogatorio de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y de sus antecesores en ese cargo Javier Arenas y Francisco Álvarez-Cascos. El juez citó antes de marcharse de vacaciones a los tres políticos en calidad testigos para preguntarles sobre el sistema de donaciones y pago de sobresueldos.
El martes, han sido llamados a testificar Álvarez-Cascos y Arenas, y el miércoles Cospedal. Los tres lo harán en la sede la Audiencia tras haber renunciado tanto Cospedal como Arenas a la prerrogativa que les otorga la ley de prestar declaración en sus despachos oficiales por razón de sus cargos (presidenta de Castilla-La Mancha y senador, respectivamente).
El objeto de su comparecencia es responder a las acusaciones que vertió el extesorero Luis Bárcenas en la última declaración que prestó durante cinco horas ante el juez Ruz el pasado 15 de julio, tras su ingreso en prisión provisional el 27 de junio.
Ese día, Bárcenas, lanzó una batería de acusaciones de irregularidades en el PP y dio a entender que los secretarios generales conocían la existencia de esas cuentas opacas. De Cospedal, hacia la que Bárcenas no oculta su animadversión, dijo que se benefició, junto al presidente Mariano Rajoy, de dos pagos en negro entre 2009 y 2010 por 90.000 euros, que aseguró haberles entregado a ambos al liquidar la caja B y por la devolución de una deuda del PP gallego.
Gran parte de los ingresos de esa contabilidad opaca procedía, según Bárcenas, de las donaciones irregulares de empresarios al PP, pero el extesorero aclaró que esos donativos jamás han sido finalistas (a cambio de una adjudicación pública), salvo uno en Castilla-La Mancha en el 2007 y que afectaría a Cospedal.
