El director de Los ojos de Julia, Guillem Morales, estrena este thriller, protagonizado por Belén Rueda y Lluís Homar, y producido por Guillermo del Toro, en el que aborda la oscuridad emocional, el mundo invisible y la experiencia de la pérdida.
En este filme, que supone su segunda película como director, Morales se introduce en el concepto de la pérdida a través del género del thriller. En ella se narra la vida de su protagonista, Julia, desde que recibe la noticia de la inesperada muerte de su hermana, Sara, ciega a causa de una enfermedad degenerativa. Ante la duda del aparente motivo de su muerte -el suicidio-, Julia decide investigar este hecho y poco a poco también se ve afectada por la ceguera.
Morales manifestó en la presentación del filme que para llevar a cabo esta película, que se estrena mañana, el director y los actores realizaron "mucho trabajo de despacho" antes de comenzar el rodaje, ya que para el director un aspecto clave es que los actores se conozcan y encontrar la química que existe entre ellos en las escenas de la película para conseguir que sea real.
Su primer contacto con el director mexicano se produjo en Londres y desde entonces ha aprendido "mucho". Según destaca, "tenerlo como productor garantiza que el filme va a estar cuidado desde el inicio hasta el final", y añade que a pesar de los consejos y de mostrar su opinión, "tiene un respeto enorme a las decisiones que toma el director".
Guillem Morales se considera un "amante del thriller", y afirma que se trata de un género "muy flexible que puede englobar todo" e incluso señala que es "más libre que otros géneros", por lo que no se siente "prisionero" en él. "Me siento cómodo porque creo que lo que cuentas trasciende al thriller: puedes abarcar historias más divertidas o una metafísica profunda".
Por su parte, la protagonista de Los ojos de Julia, Belén Rueda, ha señalado que para preparar su papel acudió a la ONCE, donde le taparon los ojos con una venda y le llevaron a caminar a la calle. Sin embargo, afirma que "intentas no ensayar tanto, porque hay que mantener las reacciones de torpeza". Su compañero de reparto, Lluís Homar, quien ya había interpretado a una persona con ceguera en Los abrazos rotos, de Almodóvar, también le sirvió como referente.
Aunque confiesa que no le gustan las películas de terror, está encantada de que la consideren una musa del género después de triunfar con El orfanato (2007), dirigida por Juan Antonio Bayona.
"Soy muy miedosa para el cine, en la vida real no, ¿eh? ahí soy muy atrevida", comenta y añade que nunca pensó que sería un icono para los fieles espectadores de las películas de miedo.
Aun así, afirma que le "encanta" que le digan "que es la musa del género", y eso que hay películas -dice- "que no veré nunca".
Con respecto a la dirección del filme, la actriz confiesa que se ha sentido bastante cómoda: "Guillem tiene muchas características parecidas a otros directores con los que he trabajado (Alejandro Amenábar, Juan Antonio Bayona) -comenta la actriz- porque todos ellos tienen una misma visión del cine". "Una formación visual y técnica muy americana, pero con esa cosa que tiene el cine europeo de contar pequeñas historias y muy profundas, es una mezcla explosiva", resume la protagonista del próximo estreno.
