La Junta de Andalucía reaccionó ayer con suma indignación ante un episodio que, una vez más, empaña la imagen exterior del principal sector exportador de la agricultura autonómica, frutas y hortalizas. En concreto, en Alemania se ha vinculado la muerte de tres personas por graves infecciones intestinales al consumo de pepinos procedentes de Andalucía, pero los análisis realizados son aún provisionales, de ahí que desde la Consejería de Agricultura se hable de precipitación ante una noticia que ha corrido como la pólvora, justo en plena campaña de comercialización en los mercados europeos.
Así, la prensa alemana dedica especial atención a este brote infeccioso provocado por una bacteria, la escherichia coli, que ha provocado hasta ahora tres muertes, además de medio centenar de casos diagnosticados de gravedad y doscientos leves repartidos por toda Alemania.
Tras unos análisis preliminares y sin resultados extrapolables a otras zonas del país, la senadora de Salud de Hamburgo, Cornelia Prüfer-Storcks, adelantaba que la cepa especialmente dañina de esa bacteria tenía su origen en pepinos procedentes de España, aunque con muchas precauciones: el origen concreto no estaba cerrado, no era descartable que otros alimentos hubieran causado la infección y las conclusiones no eran determinantes, ni tampoco generales para el conjunto de Alemania. En Hamburgo fue donde apareció el brote.
A pesar de estas cautelas, saltó la polémica. La consejera de Agricultura, Clara Aguilera, cargó por la mañana contra las declaraciones de Prüfer-Storcks, y las tachó de "desacertadas, desafortunadas y precipitadas", a la vez que cuestionó "el interés" que tiene esa senadora por "dejar mal" las hortalizas andaluzas, cuyo principal destino exterior es precisamente Alemania. Desde el Ministerio de Sanidad se recalcaba que la información no era concluyente.
Sin embargo, entrada la tarde el Ejecutivo alemán confirmaba, tanto a Bruselas como a los socios de la Unión Europea , que "una de las fuentes" que había causado el brote infeccioso estaba en pepinos orgánicos (ecológicos) procedentes de las provincias de Almería y Málaga, según apuntaba la agencia Europa Press desde la capital comunitaria. Pero en el departamento de Aguilera seguían llamando a la "prudencia" hasta tener más datos "oficiales", puesto que, dijeron, las informaciones son "cambiantes" e inducen "a la confusión". Por tanto, insistían en que cualquier declaración al respecto, como la realizada por la senadora, sería aventurada.
Eso sí, tanto las consejerías de Agricultura y Salud como los ministerios de ambos ramos se afanaban ayer en recabar toda la información posible, con cruces de datos sobre las exportaciones emprendidas desde todas las zonas productoras de la hortaliza puesta en cuestión.
Desde el Ejecutivo alemán no se hablaba sólo de Andalucía, sino que también habían comenzado los análisis de una partida de pepinos cultivados en Países Bajos, según señalaba el teletipo de Europa Press. Mientras, desde el Ministerio de Medio Ambiente también optaron por la prudencia, al haber "distintas posibilidades" en el origen del brote infeccioso, que incluso podrían exculpar a la fase del cultivo y culpar a las posteriores de distribución y comercialización. Sanidad apuntó a dos empresas andaluzas -se les ha prohibido comercializar-.
Casos de infección por esa bacteria -presente en los intestinos, aunque en cepas virulentas causa diarrea, anemia y daños renales- se han detectado también en Suecia, el Reino Unido, Países Bajos y Dinamarca.
1.800 millones de euros. Ésta no es la primera vez que la alarma salta para los productores andaluces de frutas y hortalizas por polémicas relacionadas con la sanidad en los mercados europeos.
El caso con más repercusión mediática fue la aparición en Alemania de partidas de pimientos de Almería que habían sido tratados con un plaguicida prohibido en la Unión Europea, y que desencadenó una dura persecución de la Consejería de Agricultura contra los infractores para así lavar la imagen del campo andaluz.
No es para menos porque el sector hortofrutícola es el rey de las exportaciones desde la comunidad. Así, el año pasado el valor de las ventas de aquél al exterior se situó en 1.800 millones de euros, de los que los pepinos absorbieron 306,07 millones, según datos del departamento de Clara Aguilera.
