Berlusconi explicó ayer su plan a la Cámara Baja, en el mismo día de su 74 cumpleaños. El tono conciliador de su discurso consiguió, finalmente, el apoyo de 342 diputados frente a los 275 votos en contra y las 3 abstenciones. Asimismo, el Ejecutivo contó, entre otros, con el "sí" del grupo Futuro y Libertad para Italia (FLI), que cuenta con 35 diputados. Este grupo se creó como una escisión del Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi, tras la expulsión del co-fundador Gianfranco Fini de sus filas, el pasado 29 de julio.
Este voto fue clave para que la cuestión de confianza saliera adelante, pero hipoteca aún más al Ejecutivo de cara al futuro. El líder del FLI en la Cámara de los Diputados, Italo Bocchino, justificó ese apoyo en que el plan de Gobierno presentado contiene los puntos votados en 2008 y en esos asuntos "siempre" estarán con él.
Pero Bocchino advirtió de que en la llamada reforma judicial del "proceso breve", que muchos ven como un ardid de Berlusconi para evitar sus propios juicios, plantearán su oposición si esta norma niega el derecho a los ciudadanos a la Justicia, al hacer prescribir muchos procesos ya iniciados, pero que aún no están resueltos.
Asimismo, la cuestión de confianza revalidada ayer surgió el pasado agosto, cuando el primer ministro anunció su intención de ir al Parlamento para saber si su plan de Gobierno hasta 2013 contaba con apoyos suficientes. En caso contrario, estaba dispuesto a convocar elecciones antes de que terminara el año. En este sentido, durante su discurso en la Cámara Baja, Berlusconi apeló a la responsabilidad de los partidos para evitar un "periodo de inestabilidad" con unos comicios anticipados. "Estoy convencido de que es de interés de todos no arriesgarnos a hacer caer al país en una crisis económica, que aún no ha terminado, y en un periodo de inestabilidad", afirmó el mandatario.
Futuro incierto. Con esta mayoría parlamentaria hipotecada por el FLI, que el próximo martes se reunirá para abordar su constitución como partido político, son varios los escenarios que se abren para el futuro del Gobierno del primer ministro. Algunos expertos especulan sobre la posibilidad de que los socios del Gobierno de Berlusconi, la Liga Norte, de Umberto Bossi, presionen al primer ministro para que adelante las elecciones. El objetivo sería evitar dos años de legislatura marcados por las decisiones del grupo de Fini, muy críticos con algunas reformas. Por su parte, en la bancada de la oposición se pudieron escuchar duras críticas a Berlusconi, como la acusación del líder de Italia de los Valores, Antonio di Pietro, que acusó al mandatario de ser un "violador" de la democracia.
