Es evidente que el Betis ha pegado un profundo bajón en su rendimiento en las dos últimas semanas, en las que acumula ya cinco partidos seguidos sin ganar (tres de Liga y dos de Copa), aunque tres de ellos han sido ante el Atlético de Madrid (dos en el Calderón) uno de los equipos más aguerridos y el más sólido defensivamente del Campeonato, pues es el que menos remates concede al contrario (sólo 194, en lo que va de Liga, una media de 8,82 por partido, menos incluso que el Barcelona, 202 y 9,18) y en su campo acumula la friolera de 21 victorias consecutivas y 29 partidos sin perder.
Quizá ello pueda explicar el enorme bajón que se ha producido en la efectividad del Real Betis, que ha pasado de registrar unos números asombrosos (cercanos al 17%) a presentar un paupérrimo 3,9% en los cinco últimos partidos (ante Rayo y Athletic, aparte de los tres con el Atlético).
El Betis sigue siendo el segundo equipo de la Liga que mejor rentabiliza sus llegadas y remates, pues mantiene un 14% de acierto a gol, porcentaje idéntico que Atlético de Madrid y Valladolid, que solo supera el estratosférico 24% que firma el FC Barcelona de Messi. El Real Madrid, por ejemplo, solo es capaz de firmar un 13% de efectividad, lo mismo que el Levante.
Pero es que en estos últimos partidos los porcentajes realizadores del Betis han disminuido de manera abrumadora y preocupante, ya que los béticos sólo han sido capaces de anotar dos goles (y ambos de penalti) en sus 5 últimos partidos (3 de Liga y 2 de Copa), en los que ensayaron el remate hasta en 51 ocasiones, de ahí ese paupérrimo 3,9 de efectividad. En jugada no marca el Betis desde el 13 de enero, cuando Rubén Castro anotó el 2-0 ante el Levante.
Encima, Casto y Adrián han estado poco afortunados en varios de esos partidos, en los que los verdiblancos han concedido 8 goles a sus oponentes, de ahí que el colchón que mantenía el Betis con sus perseguidores se haya visto reducido a la mínima expresión .
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