Los béticos, jugadores o aficionados, ven venir el descenso. Puede ser firme este sábado / Kiko Hurtado
El 26 de abril de 2014, es decir, hoy, es un día llamado a entrar en la historia del Real Betis Balompié. La historia negra, desgraciadamente. La temporada que iba a suponer el retorno verdiblanco a las competiciones europeas ha acabado convirtiéndose en una especie de serie mala de terror, porque la marcha del equipo ha sido un susto continuo para sus aficionados, o de ciencia ficción, porque quién no tildaría de fantasioso al osado que predijese hace un año que el séptimo clasificado de la última Liga española iba a bajar a Segunda como colista destacado. El desenlace de esa película, sea del género que sea, es conocido desde hace tiempo: el protagonista muere. Es decir, el Betis desciende. Sólo faltaba saber en cuál de los 38 capítulos se certificaría el terrible final y da la impresión de que será en el que se emite esta noche, con la Real Sociedad como actor invitado en el estadio Benito Villamarín.
Como el desenlace está cantado, los productores de la serie sólo han dejado en el aire un par de incógnitas. La primera, en qué momento exacto morirá el protagonista, esa estrella estrellada que atiende al nombre de Betis. Puede hacerlo antes de empezar a interpretar el papel que mejor ha interpretado a lo largo de este deprimente curso, el de conjunto desahuciado. Cuatro horas antes de que les toque enfrentarse a un adversario que pelea por Europa, como ellos hace un año, los verdiblancos estarán pendientes de lo que haga el Getafe frente al Málaga. Si ganan los madrileños, ni siquiera hará falta que Ayza Gámez diga ¡acción! para que el Betis salga por la puerta de Primera y entre por la de Segunda. El descenso ya será matemático. Si no ocurre eso, si el Málaga puntúa en el Coliseum, el Betis tendría que ganar para aplazar lo inaplazable, al menos hasta que el Valladolid se mida con el Celta el lunes por la noche.
El otro detalle que aún no ha trascendido es cómo pasará el protagonista a peor vida. Visto lo visto a lo largo de los 34 capítulos anteriores, no se descarta un último giro, un truco que supere todo lo ocurrido desde agosto de 2013 a la semana pasada en Vallecas. El maquiavelismo de los guionistas, desde luego, parece interminable. Es evidente que el Betis bajará sobre todo por sus muchos y repetidos deméritos (escualidez defensiva, incapacidad ofensiva, innumerables errores individuales de unos y otros...) y en menor medida por el empujoncito arbitral, pero quienes han escrito el argumento de este fiasco tampoco han escatimado en crueldad y alevosía: goles en propia meta, penaltis que van al larguero en vez de un centímetro más abajo, penaltis que se fallan y se refallan, victorias fundamentales que se escapan en el último segundo... Algún bético ingenuo, en cualquier momento en medio de esa sucesión de cataclismos, se diría ya no nos puede pasar nada más, pero como siempre pasó algo más, no hay por qué rechazar de que el desenlace llegue de una forma inesperada, enrevesada, cruenta. El consuelo que le queda al aficionado, y pongan todas las comillas que quieran a la palabra consuelo, es que la última vez que experimentó un descenso lo hizo de la manera más dolorosa, en la última jornada y sin haber estado antes entre los tres últimos. Esta vez será distinto.
En la hora del adiós, Calderón se encuentra con uno de los problemas de siempre: las bajas. Nono no jugará por culpa de su tobillo izquierdo y Amaya cayó ayer por unas molestias de aductor, así que ninguno participará en este capítulo que puede ser el último. Sí lo hará, contra pronóstico, Lolo Reyes, que no se cae del cartel a pesar de que se le daba casi por perdido tras sufrir un esguince de tobillo en el pie derecho. El chileno, si no hay grandes sorpresas, acompañará a NDiaye en el centro del campo. Detrás de ellos, Gabriel Humberto Calderón recupera tras su sanción a Juan Carlos, al que ha utilizado como lateral izquierdo en las últimas semanas, y está por ver dónde colocará a Paulao, si en el campo o en el banquillo. La lógica apunta al segundo de los destinos.
La Real, que puede cerrar una nueva clasificación europea y todavía aspira a arrebatar la quinta plaza al Sevilla, tratará de aprovechar la última racha verdiblanca: cuatro derrotas consecutivas en general y tres en casa.
REAL BETIS: Adán; Juanfran, Perquis, Jordi, Juan Carlos; Baptistao, N'Diaye, Lolo Reyes, Cedrick; Jorge Molina y Rubén Castro.
REAL SOCIEDAD: Bravo; Zaldua, Mikel Alonso, Iñigo Martínez, De la Bella; Markel, Zurutuza, Canales; Griezmann, Vela y Agirretxe.
Árbitro: Miguel Ángel Ayza Gámez (Comité Valenciano).
Estadio: Benito Villamarín.
Hora: 22.00. TV: Canal+Liga / Gol T.
