El vicepresidente del Betis , José Antonio Bosch, reiteró ayer que se quedará en el consejo tras la junta del 29-J , aunque en un cargo "no ejecutivo" y más de "segunda fila", y también que la próxima temporada habrá tope salarial para todos, futbolistas incluidos. De hecho, lanzó una advertencia muy clara: empleado que se resista a aceptar la rebaja en el sueldo, empleado que se arriesga a que los administradores concursales o el propio club resuelvan su contrato por lesivo.
"El tope es aceptar nuestra realidad, pero yo no preveo problemas cuando uno cuenta la realidad tal como es. Y hay dos opciones. Si el contrato es de menos de dos años de antigüedad y los administradores entienden que es lesivo, se resuelve. Si el contrato es de más de dos años y también es considerado perjudicial, el club puede solicitar su resolución al juzgado (de lo Mercantil). Y queda una tercera vía, que es la más racional: que las dos partes se pongan de acuerdo.
Los jugadores están colaborando y llevan así desde que llegamos", explicó Bosch, que luego fue interpelado por Emana , el jugador que más cobra de todo el plantel y que por supuesto se negará a que le bajen la ficha desde los 2 millones que cobra actualmente a los cerca de 900.000 que impondrá el Betis. "La mejor forma de garantizar el pago a los acreedores es la continuidad del club, y eso se consigue generando ingresos. Con cualquier obstáculo o lastre habrá que acudir al juzgado", advirtió.
El vicepresidente también anunció que para el partido ante el Villarreal B habrá precios "de niño" para los acompañantes de los socios y rogó a los béticos que no invadan el césped para así poder celebrar el ascenso con actuaciones musicales y la vuelta de honor del equipo tras su retorno a Primera.
